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Mostrando entradas de enero, 2010

Algo así

Trato de ser yo misma y no poner cara de espanto cuando descubro nuevos fallos, forman parte de la naturaleza humana. Hace varios días que no escribo ni que dirijo la palabra. Estoy atrofiada por la excusa de la búsqueda de soluciones y el resultado de maltratos. Hace días que no hablo. Mis labios están pegados y no recuerdan la sensación del aire ni de las cuerdas vocales. Mi lengua está petrificada, mis dientes plastificados. Mi rostro oscuro, mis ojos rojos por falta de sueño. Ni cerrados los párpados protegen ya del polvo que entra por la ventada oculta tras unas cortinas atascadas. Mis manos pesadas, mis dedos duros, mis uñas largas no alcanzan las letras del teclado y resbalan como resignadas al abandono. Trato de ser lo que en realidad soy. Habrá que despertar.

Fondo

El tiempo pasa y cambia el aura,  la manera de comunicarnos, de entendernos. Te llamo y no sé qué decir,  se ha tragado mi lengua el miedo, la ansiedad, la burla en el espejo,  la idea fija de que me rechazarás. Sobre esa roca descansa mi alma. Padezco la enfermedad del olvido, del abandono,   de las ganas de encontrarte. Ya no tengo apetito,  los delfines vienen a cantarme  y a pedirme que regrese al mar, pero ya no tengo fuerzas. La luna me mira triste y llora. No puedo aceptar eso, no puedo condenar al Universo a una naturaleza triste. Me levanto y decido alejarme de la ciudad de la apatía. Nado rápido al fondo azul,  ahora negro para que ella no me vea. Sólo necesito estar a solas y contemplar las estrellas,  eso puede aceptarlo. Cambian los modos de entendernos  pero el amor es el mismo.

Necesito tener un recuerdo contigo

“Siempre te veo, pero nunca llego a ti” Eres un sol, iluminas mis días grises  y me conmueves con tu poesía. Me fascina el mundo como me lo muestras, a veces tus palabras me señalan cosas que creía olvidadas, entonces recupero la esperanza. Extraño tus mensajes. El cielo está revuelto en estos días,  llueve y hay mucho viento. ¿Lo mágico?    Pude caminar bajo la lluvia y dejarme bendecir por el cielo. ¡Fue una liberación! Sentí la calma, como que todo iba a estar bien. De pronto un sueño se hace realidad cuando recupero las palabras escritas en nuestra conexión universal, atados por la rosa de los vientos de la forma más libre pues ella se  expresa en el amor. Sólo anhelo escucharte, recuperar el sonido de tu voz, el timbre, el tono y la intensidad. Abrazarte fuerte para tenerte siempre conmigo pero que seas libre para volver a volar. Necesito recordar las sensaciones que me provocaba estar a tu lado, los sentimientos y emociones encontrados en el instant

Azul profundo

Perdida en tus ojos cuando miro el mar, en el hallazgo del cielo en tu voz, en el alcance de la poesía en una estrella, en la calzada que me llevaba a tu morada. ¿A dónde me estaba dirigiendo? De rodillas avanza la lluvia cuando caen las gotas apuradas por alcanzarte. Más corres, más te persiguen, el viento insiste en la dirección contraria. Yo sólo quiero besarte la boca. ¿Es tan evidente que ahora soy agua? Perdida en la luz  de la vela sobre la mesa, se ha ido el sol y la Luna no salió. Sentada en mi cabaña te recuerdo. Me toco los labios ansiosos y cierro los ojos. La llama se mueve, una brisa ha entrado en la casa, danza, sigo su movimiento con la cabeza y elevo los brazos. La música se detiene y miro el silencio. ¿En qué estaba pensando cuándo pasaste por esa puerta? No veo a nadie, pero estás presente en el perfume de las flores silvestres y en la sal que colecciono de las arenas llenas de almejas. El ritmo vuelve, me levanto de la silla y sonrío. Ba

Ser

Quiero ser viento para llegar a ti pero tan sólo soy suspiro que recorre tu oído en sueños. Posa tu mano sobre mi corazón y dime si me ves. Quiero ser mar para que navegues conmigo, utilizar brazos en forma de remos y permitirme ser pez de vez en cuando. Quiero ser barco, vela y bandera, transportar mi fe hasta tu hoguera. Disimular estaciones y florecer en primavera. Quiero ser amanecer y atardecer, noche y mañana. Ahora es tarde, te puedo tener. Quiero ser estrella, rosa de los vientos y brújula. Quiero ser tu guía. Cuando yo fui paloma, tú fuiste viento, ahora quiero ser viento y tú te vas volando.

Antojo de amor

Tengo un antojo de amor, de momentos picantitos y bien condimentados, mezcla de dulce y salado huevo cocido y leche achocolatada. Tengo un antojo de rebeldía,  de aventura y de proyectos, de viaje constante de elaboración y resolución, de un amor concreto y libre, de esos atropelladamente bellos y sensibles que descubren poesía en lo más simple y entienden de filosofía sublime. Tengo un antojo de naturaleza, de regreso a la esencia, de campo verde y de lagos en montañas. Busco esa voz en el viento y en la lluvia no sé nada de astronomía pero curioseo con las estrellas. Tengo un antojo de amor, de amor loco y puro, lástima que no conozco conjuros, yo soy rosa, a nadie dejo en apuros. http://www.poemas-del-alma.com/blog/mostrar-poema-30028

Necesito

Necesito tu deseo, tus papilas gustativas en mi boca, tus sensaciones en mis labios, tu mirada en mis ojos, tus manos en las mías. Necesito tu deseo para que sientas el mío: la inquietud de mi cuerpo, la desesperación de mi alma, la ansiedad de mis sueños, la voluntad que se escapa… Necesito tu deseo aquí dentro, donde nadie más que yo puede verlo o entenderlo, porque muero si no lo comparto, porque sufro si no lo tengo.

Esta sensación no tiene nombre

La pasarela de la sinceridad está vacía frente a mí. La nada que es todo trasluce la verdadera intención del olvido, de la melancolía, de la falacia en la búsqueda de amor. Yo sólo espero tu mensaje, tu señal de humo, tu canción. Tu silencio no me basta, hoy no lo entiendo. Mi capricho no es tenerte sino que te sientas mío: amado, deseado, siempre presente y al abrigo, sin dudas pero sí con inquietudes. Así es como me afirmo contigo. Me quedo sentada a la orilla del desfile de sentimientos que yo también debería estar expresando y así decirte lo que cargo dentro.  Paralizada por la falta de comprensión de mis propios actos, de mis anhelos, de mi inseguridad me anticipo a la salida por no ser lastimada otra vez por una mentira fabricada por mi mente. ¿Qué tengo en el alma? ¿Qué me hace intuir que me amas? ¿Qué me atemoriza de que yo también lo haga? La pasarela está vacía y yo estoy desconcertada. Creo que me oyes en esta multitud de preguntas, que lo sabes pe

Será así

En algún lugar sobre las hojas secas que pisan mis zapatos sucios llenos de barro, en ese sonido a quemado, crepitante y alterado por los cambios en la naturaleza voy abrazada a un cuento de hadas en el que mis pies volverán a ser blancos por el paso de un arroyo limpio y puro. No tendré que preocuparme por ti porque el mundo será un niño inocente que ama y entiende, acepta las diferencias y las disfruta. En algún lugar podré caminar descalza y no morir en la intención de hacerlo, sentiré la hierba y subiré montañas, veré el valle y pequeñas cabañas, animales libres y un caballo permitirá llevarme. En algún lugar se hará extenso el deseo de esa libertad alejada de prejuicios y temores inexplicables, el miedo al contagio de la pobreza,  de la ignorancia, del desamor porque la miseria no existirá,  habrá justicia y solidaridad. En algún lugar se encenderá la luz sin herir al planeta, sin destruir la vida se podrá viajar, sin explotar a los humanos se progresará, en algún momento ese

Abrazo

Necesito que me abraces ¿Es demasiado pedir que me estreches en tu cuerpo y compartas conmigo tu calor? Echo de menos tu aliento en mi cuello y tus manos en mi cintura, añoro tus labios agridulces y tus ojos marrones casi oscuros. Pero no te pido que me ames como antes, sólo que me sostengas un instante y me ayudes a no caer.

Alcoba de puntos blancos

Te encuentro en esa estrella y mis ojos no quieren volver a cerrarse, se niegan a perderte. ¡No te vayas! ¡No me dejes aquí! Estás tan lejos en ese espacio infinito… Ha sido tan difícil hallarte y parece que no te importa volver a partir. Tal vez sólo eras un cometa y por no querer esperar me confundí. Te veo en esa estrella, deseo que seas de verdad. ¡Tanto tiempo sin compañía! No sé si recordaré como amar. ¡No te alejes! ¡Quédate ahí! Es un milagro tu aparición. ¿Por qué no quieres venir? Te pretendo en esa estrella, despides tu propia luz. Yo tan sólo habito en la tierra, en mis sueños puedo volar. Nunca estaremos juntos, siempre te he de mirar, en mi alcoba negra pintaré puntos blancos y los haré brillar.

Obsesión

Hace ya mucho tiempo lo anunció el silencio que decretó tu mirada. Fue cruel, intensa, como una espada que atravesó mi cuerpo verticalmente por la mitad y me dejó a la suerte de la vida. Yo no era inocente, me equivoqué mil veces y volví a hacerlo sin aprender de los precedentes. Fui injusta y egoísta. Distinguí tardíamente la realidad de las fantasías que inventaba mi mente. Yo quería soñar y eso me hizo perderte. Hace ya mucho tiempo lo anunció el silencio que decretó tu mirada. Estabas decepcionado, lo entiendo. Yo esperaba ser una buena persona y eso era incompatible con tenerte.

Las que nadie escuchó ni dijo

Sobre las palabras que amontonan recuerdos, que los arrastran a una marea tibia y verde, a un campo de concentración mental de sufrimiento o a un mar extenso del Caribe. Sobre las palabras que amontonan momentos irreconciliables con el tiempo, pasados, adiestrados por la mente para regresar entre tumultos esclavos o libres de la rutina anestesiados. Sobre las palabras que se muestran en gestos que fascinan la vista y cuestionan secretos, adivinan sentimientos e interpretan voces hacen senderos sin pavimento y plantan flores. Sobre las palabras que declaré y las que nunca dije, sobre la sorpresa ante el descubrimiento de su certeza, sobre la mentira y el engaño que se les parece pero muere, yo te digo mariposa: Vete. Las palabras son palabras finalmente y como tantas cosas se las lleva el viento. Tú sabes que las amo, mi alma sin ellas desvanece, pero ya no soporto el eco, el vacío condena mi mente. Vete mariposa, vete tal vez así me acuerde de lo importante.

Sirena

Húmedo, dulce pero no hasta al fondo, también hay un poco de amargo y salado, se confunde tu sabor con el mío, pierdo noción, pero no tengo frío sino más bien calor. Me pongo exigente, me gusta tu sensación. Con un a veces no me basta, ni con un más o menos ni con un tal vez, ni siquiera con un casi o un aproximado. No busco utopías, sólo la verdad. No me antojan las mentiras, siempre saben mal. Yo voy por la tierra mojada y navego en el mar, nadie me ha llamado sirena, se les ha debido escapar.

Puerta

Me descolgué de un sueño en medias, deslizando la imaginación por la rendija de una puerta. A tientas, demasiado discreta cometiendo el delito de observarte, de dejarme llevar por el aroma del papel que escribes, de la tinta, de la luz anaranjada y amarilla de la lamparita. Arrastrada por la tentación de mirarte concentrado, como metido en ese folio, fuera del mundo. ¡Qué deleite para mis ojos! Me transpiran los dedos y me inquieta. ¿Y si me descubres? Desperté de un sueño en medias y no pude evitar encontrarte. Tu mano acaricia la página dándole ternura y pidiéndole palabras, mientras tu perfume se impregna en ella y la transforma, deseo ser esa hoja. Mis ojos se desvían, pierden esperanza. Vives consumido por esa estrofa y yo que te admiro tanto desaparezco. Mi cuerpo envidia tu trabajo porque tiene tu compañía, tu tiempo, tu espacio. Mi alma añora la tuya, la que me amaba con locura. No me había dado cuenta, estás frente a mí. Tomas mi rostro en tus manos

Mientras sueñas

Me gustaría estar en alguno de tus sueños aunque sea disfrazada de nube, de flor o de pájaro de manera que no me distingas pero estés seguro que te miro. Vas por ahí distraído, es también una de mis cualidades sin embargo tu ser me llama y de mi camino me desvío para ver como vas de contento. Una margarita me dijo que una azucena le había contado que pensaste en mi, lo supo porque la llamaste rosa y ella no es así. Un amigo gorrión comentó lo mismo a una gaviota y el ave me lo confesó. El otro día fui una nube amarilla que a lo largo del día cambió de color. Cuando llegó el atardecer suspiraste, te vi hacerlo también. ¡Cómo me gustaría estar en alguno de tus sueños! Debo conformarme con velar por ellos y seguir amándote disfrazada de momentos.

Barniz

Brillante o mate cubre la madera con delicadeza, atrae la mirada esa textura agradable y ese aroma típico. Recorro el cuerpo de la mesa, me apoyo un rato sobre sus extremos. ¿Por qué debería colocarle mantel? Se ve mejor desnuda. Pienso en sus propósitos, en su creación, luego imagino los otros usos que pude darle en alguna ocasión. Noble árbol trasformado por la mano de un hombre, seguro que tienes una misteriosa ambición. Atravieso la sala, reconozco todas aquellas cartas, aparecen en mi memoria, esa mesa tiene mi historia. Ha llorado conmigo las penas por mi amante, ha sido testigo de mis interrogantes. Un color nuevo la señala, la indica desde afuera. Entra por la ventana como un hilo, me llama, me cose las manos sobre ella, y nos vuelve inseparables, nos une para siempre, ahora sí, indefectiblemente. http://www.poemas-del-alma.com/blog/mostrar-poema-29330

Lágrimas de felicidad

Caían primero suavemente y luego a chorros, gotas de cristal desde el cielo, llanto de felicidad del Universo. Mi pelo, mi cara, mis ojos, mi nariz, mi boca, ¡Qué sabor la lluvia! A pasos acelerados los peatones que me rodean. Yo extiendo mis brazos y me empapo, bailo bajo ese canto de las nubes y las atrapo. El abrigo, el bolso, la cartera, el paraguas, la bufanda, el gorro: todo inundado, esponjas de agua que habrá que retorcer. La gente desespera mientras yo chapoteo mis pies en los lagos que agujerean la vereda. Las luces de los coches, el grisáceo entorno, casi dan ganas de pasarlo contigo y darnos un abrazo mojado. Pero no importa, soy feliz de todas formas bajo esta tormenta que me regala el cielo y que no tiene normas.

Cuando los sonidos mueren

Solía ser visitante de las bellas esperanzas que rodean el mundo, pero hoy duermo. Aunque tengo pesadillas y feos sueños hago de cuenta que nada malo existe y que sobreviviré otra Luna. Aunque las sombras me indagan y me invaden aprieto fuertemente los párpados, disimulo, sé que siguen allí y me dan miedo. Acostumbraba vestirme de rosa y blanco, dibujar sonrisas y miradas brillantes, tararear canciones tontas y divertidas, reír sin razón alguna. Yo era feliz. Solía acaparar los días con amor, acurrucarlo en mi pecho y esparcirlo con la ayuda del sol. Andaba descalza por las nubes de la casa, acaparaba la tierra entre mis dedos y saludaba a mi lombriz. Yo también tenía un árbol. En lo alto estaban mis ramas favoritas y los nidos de los pajaritos. Ellos cantaban para mí. ¿Cuándo perdí las ganas de tocar la vida? Mi piano era grande, el más largo del mundo, mi guitarra era española. Todo cambió cuando descubrí esa caracola, era demasiado hermosa pero yo ya n

Nostalgia

Me subo a esa ola porque quiero irme de viaje, no me esperan en casa ni nadie preguntará por mi esta noche. Me trepo a esa ola porque disfruto del mar como de pocas cosas, me peina la brisa y me engomina la sal. Me dejo llevar por las fuerzas de la naturaleza, incapaz de sobre llevar la tristeza de perderla. Me aferro al recuerdo de su sabor y su aroma, inspiro desde la cresta de la ola. Sin tabla, sin lancha, sin motor, sólo con mis brazos hechos aletas de pez. Así me siento, como en el hábitat que fue, allá lejos, hace tiempo, tanto espacio que no sé como hacer para retenerlo.

Ellas brotan solas

Cuando las lágrimas se precipitan y los ojos se cierran solos, cansados, dispuestos a morir y ha ocultarse de la vida y de la persecución de las exigencias de la vista… Ellas salen, corren, no se deslizan sino que hacen surcos en las mejillas heridas, sonrojadas, ya quemadas por el frío y las corrientes de aire con sabor a nieve. Cuando las lágrimas se declaran de esta forma incapaces de contenerse, de disimular, de callarse, de decir nada más que lo que sienten y sufren confinadas detrás de esas persianas que ahora ya no pueden abrirse. Cuando ellas se emancipan más por inercia de golpes que por propia iniciativa. Cuando se dejan abatir sin pedir explicaciones ni desesperarse, simplemente dejarse vencer por la cruel riña del tiempo. Cuando ellas lo hacen no puedo más que decirles que era hora, aunque fuese sin voluntad propia, era hora que explotasen. http://www.poemas-del-alma.com/blog/mostrar-poema-29245

Travesía

Siempre fue solitaria, amaba el mundo, pero él no lo entendía. No decía mucho con la voz, pero escribía prolíficamente hasta que un día no supo como seguir y empezó a hablar. El entorno estaba asombrado. La flor que adornaba el jardín con sus colores dio lugar a una discusión sobre el origen de tal rebelión: Las rosas no son humanas. Cuando decidió partir todos se alegraron, sabían que eso era lo mejor. Ella no era feliz viendo siempre el mismo rincón, nació flor pero se sentía pájaro. ¡Qué frustración! Pasado un tiempo volvió a escribir y a contar sobre sus descubrimientos. Supo que el vuelo estaba en su corazón, en sus pensamientos y sentimientos, en la esencia de cada emoción. Ya no deseaba ser pájaro, sólo compartir su amor. Recordó aquél rincón triste y le dedicó una canción. “¡Las rosas no son humanas, sólo Dios sabe de dónde son!”

Mendiga

Mendiga a medias y de mentira incompetente en el amor y desorientada, asustada por el compromiso y las ansias, por el deseo que desborda y la nada. Mendiga que escapa en la poesía desenfrenada exigiendo atención y alma satisfacción inmediata y albas romanticismo, ternura y locura calma. Mendiga que clama por el amor incondicional, interminable hecho de complicidad y esperanza. Mendiga que rehúye porque teme que todo acabe y sólo quede la soledad.

Iba de regreso cuando en una hoja te ví

Flotabas por lo alto del cielo y revoloteabas como insistiendo en mi mirada, buscando una atención que estaba alejada de la calle, de la vereda, del ruido de las gentes pasar. Danzabas con mi indiferencia insensata, con mis brazos intentando esquivarte y renegar de tu presencia. Te divertías a mi cuenta y eso me molestaba hasta que empecé a reír a carcajadas y te atrapé en vuelo. “¿Qué quieres? Déjame andar mi camino sola, no puedo llegar tarde otra vez”. Y te soltaste de entre mis dedos y fuiste libre otra vez, ahora lejos. Te seguí con mis ojos y luego con mis pies. Finalmente llegué antes, sorprendido el atardecer se reflejó sobre ti y supe que era cierto, estabas en el viento. http://www.poemas-del-alma.com/blog/mostrar-poema-28903

Era necesario

Tengo que agradecerte tu compañía no sólo en los momentos importantes sino en aquellos en los que sin percatarte, sin enunciar yo palabra supiste estar allí. El poder curativo de la amistad, el alimento esencial, la mano, el abrazo y también el silencio que acompañaba mi llanto. Tengo que agradecerte las veces que insististe, que empujaste mi voluntad a un límite desconocido para mí, que hiciste de mis pétalos marchitos un verdadero ramo de luz. Tengo que agradecerte la fe, la creencia en mis posibilidades y en mi cojera mental. Siempre has visto más allá que yo y me has ayudado a abrir los ojos también. Tengo que agradecerte, ya casi como una obligación, el haberme abandonado.

Conciencia

Yo que voy por esa ruta aturdida por el olor de las otras flores, incómoda por la asfixia de la soberbia y la injusticia. Yo que voy acorralada por el tumulto simultáneo de las doscientas formas de acomodarse  y quedarme sometida a una sola. Yo que me estiro apresurada por volver a posicionarme dos veces y media al mes y unos segundos. Yo que me miro en el espejo de esa multitud asustada por su propia fuerza, por la dictadura de la conciencia y el descubrimiento de la identidad. Yo que sé como estar derecha siempre voy encorvada, con gafas y desconfiada de la desconfianza. Yo que amanezco a las cuatro de la mañana y duermo a las tres cincuenta y cinco. Yo que me precipito por no comer  y que te lo lleves todo. Yo que te miro sin entenderte pero intento proteger un espacio que ni siquiera te pertenece. Yo que reavivo la esperanza de los mortales en un mar embravecido. Yo que escribo poesías para que los marinos los lleven a sus amadas. Yo que sin ti no t

¿Cobarde?

Me preocupa preocuparme y no hacer nada al respecto. Ocuparme sería lo correcto, aunque despreocuparme es el resultado. En la pesquisa de una angustia alejada de la cotidianeidad y apegada a una fantasía sublime de libertad te llamo lejos, cerca, incesante probando distancias y enfoques. Me aproximo al vacío, encendida está una vela en esta penumbra. Vacía, aferrada a mí una mochila imaginaria de valores humanos que quisiera fueran sinceros y eternos cojo la raíz del árbol que cuelga flojo, esperanzado… Me inquieta tanto la propuesta como la mutante posición del infierno. ¿Es de dónde vengo o adónde voy? Desembolsillo mis ojos rojos, mis lágrimas y me olvido de mi corazón. Dejo al desnudo este sentimiento confuso de emoción y resentimiento. Esta duda… Me aproximo al pantano que tragará mis angustias y nunca me dejará salir. Me fastidio un pie atrapada en esa colgadura de la que tuve que saltar para llegar al suelo. No es salvación, sólo retraimiento. Ha

Sería mejor mantener distancia

Lo dije antes de que lo intentaras, lo hice, tenía que hacerlo. Mi destino está perdido en tus palabras, en tus intenciones, en tu búsqueda aislada de coherencia y serenidad. Pertenecemos a mundos distintos, plegados en instantes cercanos pero paralelos, intocables. Lo dije antes de que lo intentaras porque no quería escucharlo. Voy hacia otro lado y tengo que irme, se me acaba el tiempo. Tal vez he malinterpretado, pero es lo que yo siento. Tengo que alejarlo de mi porque es demasiado. El amor es sufrimiento cuando no puedes concretarlo. Quizás sea infeliz, pero debo olvidarlo, inventar un modo distinto, otro andamio. Me muero un poco con cada herida, pero luego me fortalezco. No vengas conmigo, no quiero hacerte daño. Quizás te parezco cruel y egoísta, pero mi misión es cuidarnos. ¿Me estoy equivocando? Deberías demostrarlo. Yo interpreto, analizo, observo… No doy mi perspectiva por definitiva, pero no veo cambios. Tú estás lejos, yo aquí inventando e

Vienen a buscarme

El viento silba fuerte, yo les debo una palabra, una lectura aunque sea ligera pero no puedo. No es por falta de tiempo ni ganas, es por una necesidad diferente de encanto por el ritmo frondoso de la lluvia y la nieve. Voy de viaje por un paisaje oscuro, taciturno y a veces verde. Se mezclan las distancias y los víveres. Nadie pregunta nada, sin embargo el ruido responde. Me llaman melancolía, nostalgia y camino. Me llaman alegría, presencia y guía. Ésta mañana voy perdida, el amanecer se extingue y yo busco tu mirada. El viento ya no silba, canta. No es un sonido agradable ni desafinado, tal vez fuera del alcance de la mano y de las intenciones de cuidado. No recuerdo cuando bajé del tren, pero dejó de ser temprano. Alguien posa su mano sobre mi hombro, yo no puedo tocarlo. Sé quién es, le conozco bien, pero no es mi tiempo, debo partir, él me espera en el próximo andén. Me persigue, empiezo a correr. Tengo miedo, no quiero ceder. ¿Queda algo por hacer?

Ausencia

Y viajo en ese pedazo de la almohada  que ha quedado desnuda, sin funda, un poco despeinada y sin planchar. Me arden los ojos por el frío, aunque entre el amanecer por los agujeros de la persiana  tu silencio deja sin esencia las mantas,  nada sirve a mi alrededor. Viajo para imaginarte conmigo, no sé cuánto tiempo puede pasar. Me pregunto si acaso eso importa, yo sólo quiero ir dónde te pueda encontrar. Le duele a mi alma este vacío, esta ausencia sin explicar, tan sólo han pasado unos segundos entre que estaba soñando y no te vi más. Creo que no hay viento, sin embargo siento flotar, ¿será que mi pesadilla es despertar?

Extrañándote

¿Y qué hago con las ganas de verte? Me disfrazo de pensamientos coherentes y amanezco abrazada a un amor intocable. Me abrigo de recuerdos y te llevo acorralado en mi bolsillo impermeable. Me cocino la esperanza y la lleno de especias para darle sabor a una comida improbable. ¿Y qué hago con las ganas de verte? El piano grita fuerte y desafinado, la guitarra llora y el violín exige estridente. La voz se exalta y la garganta se desangra. Me expulsan de la orquesta, nadie más quiere escucharme. ¿Y qué hago con las ganas de verte? Las dejo en la cama, sobre la mesa, en la ducha, en la cartera, como si me las olvidara en algún sitio y no importara. Las dejo tiradas, desordenadas, aplastadas, arrugadas, mojadas… Las dejo fuera de mí donde no pueda tocarlas ni ellas alcanzarme a mí. Pero vuelven, siempre vuelven, parece que no se cansan de perseguirme, de preguntarme dónde estás, qué estás haciendo, si eres feliz. No se aburren de repetir las mismas cosas ni de escuchar las mismas resp

El beso de la rana

Yo nunca fui princesa ni lo voy a ser, ni tu serás mi príncipe, sólo mi querer. Cuando era niña creía en los cuentos de hadas, en que sería salvada por un magnífico ser. Con los años descubrí que yo quería protegerte, sin saber de qué. Ahora confío en entenderte y aceptarte, en escucharte, en reconocerte como ser humano imperfectamente perfecto para mí. Nunca se trató de dinero, poder o posición, si no de la comunión de dos almas, de la seguridad en la fidelidad y el respeto, en el cariño, la ternura y la complicidad. Nunca se trató de vivir en un castillo si no de compartir la pasión, la aventura y la admiración por las cosas sencillas. Nunca fui princesa ni tú príncipe, nunca tuve riquezas ni tampoco las quise, nunca necesité mayor fortuna que tu amor ni poseer mayor tesoro que tu corazón. Sin embargo lo pienso, alguna rana me habrá dado un beso, me habrá hecho creerlo, porque cuando estoy contigo, así me siento: princesa de un cuento. http://www.poema

Te tomo la palabra

No es un robo, una acusación o un préstamo, solamente te tomo la palabra a modo de compromiso, por la necesidad de creer en algo. No es una sugerencia ni una pregunta, aquí los ángeles suspiran y nadie espera nada más que milagros: yo te tomo la palabra. Cuando amanezca y no te vea lo sabré: entenderé que te has ido temprano en busca de un no sé qué que no encontrabas a mi lado, aceptaré que no me diste tu palabra si no tu acción. Cuando anochezca y vuelvas lo sabré: tendré la certeza que has cumplido, sin necesidad de emitir palabra, con la sinceridad de un hombre enamorado que algún día escribió una carta y me entregó su alma. http://www.poemas-del-alma.com/blog/mostrar-poema-27916

La cortina

El viento mueve la cortina por momentos parece una caricia, luego un beso apasionado llevando al extremo mi pesquisa. Ella entra y sale por la ventana enloquecida y después queda quieta, paralizada, satisfecha. Silencio, ni el ruido de la calle la despierta. Suspira largo y tendido. Dos veces seguidas interrumpidas por un segundo. ¿Quién lo hubiera creído? Tan blanca, tan suave con sus decorados y tejidos… La cortina tiene vida, el viento me lo confirma. http://www.poemas-del-alma.com/blog/mostrar-poema-25616

Albornoz

El albornoz descansa sobre la cama, espera tu llegada y la mía. Aguanta la salida del baño aunque sabe que debería estar detrás de la puerta colgado listo para taparnos y secarnos cada uno a su turno. Aparenta estar tranquilo pero está nervioso. Impaciente. Tiene calor y teme al frío. El albornoz descansa sobre la cama, no sabe que lo veo. http://www.poemas-del-alma.com/blog/mostrar-poema-27272

Las líneas de tus manos

Me agrada tocar las líneas de tus manos. Te dan cosquillas cuando lo hago y casi siempre me encierras con tus dedos largos en el centro de tu palma. Algunas líneas se extienden más que otras pero todas son hermosas, profundas, intensas… Eres muy manual y estás lleno de cicatrices por cortes y quemaduras, de marcas de trabajo duro. Me fascina tocar los callos de tus dedos, cada centímetro guarda un secreto. Tu piel está tan seca que parece imposible que todavía sientas. Sin embargo reconoces lo que te rodea con tus manos, distingues texturas, formas y espacios. Creas mundos como otros artistas lo han hecho antes, pintores que retratan, escultores que plasman, arquitectos que diseñan, bailarines que vuelan… Me fortalece tenerte, compartir nuestros saberes, experiencias y momentos importantes. Me satisface tocar las líneas de tus manos porque sé que son también las mías. http://www.poemas-del-alma.com/blog/mostrar-poema-27505

Haz de cuenta que no te he dicho nada, en serio.

Olvídate de lo que siento, de lo que he sufrido. Deja atrás los buenos y malos momentos, entierra el amor. Aniquila la esperanza del valor y suicida la elegancia de la flor. Olvídate del banco de esa plaza y de la mariposa azul. Termina con la locura saciada en besos y en la necesidad de voz. Fulmina mi ternura y acaba con tu bondad. Olvídate de lo que te duele, del pensamiento que te carcome. Aleja lo que te frustra, ya no lo enfrentes. Actúa cobardemente y déjame sola. Haz de cuenta que no te he dicho nada, en serio. Olvídate que alguna vez dije “te amo”, “eres mi vida entera”. Olvídate de los sueños y de las primaveras. Olvídate que tienes que olvidarme porque yo ya te olvidé. http://www.poemas-del-alma.com/blog/mostrar-poema-27608

¿Qué estoy esperando?

La lluvia lo trae, el viento se lo lleva, el sol lo calienta, el frío lo congela, la mirada lo inquiere, la boca lo interpone. ¿Y luego qué? Me acuerdo de las voces, de las velas amarillas y naranjas, pedazos de sueños destrozados por el tiempo y el suspiro del reloj decepcionado, anteriormente lleno de vitalidad y fe. Me angustia la posibilidad y el silencio, el arrepentimiento y la mentira, me asusta la penumbra y la sombra que se despliega cuando cierro los ojos y no la veo, no la encuentro. ¿Dónde estás? No me quiero quedar aquí, el camino me lleva por destinos que no me pertenecen pero que parecen mejores, sólo por ser nuevos y diferentes. Mírame a los ojos y dime que todo irá bien. ¡Vamos esperanza! Muéstrame dónde está mi tren. http://www.poemas-del-alma.com/blog/mostrar-poema-27719

Maltrato II

No me tomas en serio de mi te ríes o burlas, me ignoras, te callas, mientras te hablo te marchas. Exiges que esté a tu orden, a tus caprichos de hombre, no tienes honor. No me tomas en serio. No me respetas, no me quieres, no te intereso. Yo creía en ti y veo que fue tonto. No me inquietan más tus insultos ni abandonos. Deberías irte lejos y dejarme ser feliz.

Maltrato

No es que sea silencioso ni solo gestual, no es que esté oculto tras la ropa ni se note en la postura casual. No es preciso que lo exhiba sabes que ahí está. Tú causaste esa herida, ni callar a gritos puedo ya. A veces se ve negro, otras rojo, después azul y finalmente un poco verde. Luego regresa al normal tono de piel, otra no, nada es normal. A veces es incoloro, pero siempre sabe amargo y no es sea costumbre, solo abandono. También pegas con las palabras, eres experto en modos de hacerme daño. No quiero ser invisible ni para ti, ni para mi, ni para nadie. Como todos yo también sufro, vivo, pienso. Como todos yo también quiero ser feliz, elegir mi camino, andar recto, derecho, dignamente. No es que me esconda, estoy segura que me ves, pero te haces el indiferente, lo sé. http://www.poemas-del-alma.com/blog/mostrar-poema-23742

Mar

Estaba ahí parada. Lo escuchaba con los ojos cerrados y los brazos extendidos. Vestida de blanco, con los cabellos al viento. Lo escuchaba y lo veía en esa luz clara con la que conecto buscando esperanza. Me quedé así el tiempo que pude, no sé cuánto fue. ¿Diez minutos, una hora? No había otro sonido más que el del mar, ni otra sensación que la de la brisa recorriendo mi cuerpo junto a la arena cubriendo mis pies. Estaba ahí parada, lo escuchaba con los ojos cerrados hasta que de pronto amaneció.

El hombre de la máscara

Dedicado a A.C Poeta y pintor me hablaba de la esencia del ser, del origen del Universo, de la magia de la Luna y del mar. Le cantaba a la vida con sus instrumentos el lápiz, el pincel y la gaita. Él me nombró Rosa de los vientos, guía de marineros. Se ocultaba del mundo y lo observaba. Me escribía las palabras más sinceras y bellas. Yo no sabía quién era pero conocía su frontera, su amor por la mitología y la naturaleza. Un día se fue. Me abandonó. No sé si acaso le causé dolor o simplemente así lo decidió. Mi vida no es igual sin aquel protector, pero las rosas deben sobrevivir al invierno. Ojalá supiera donde está, si volverá. No quiero seguir sin su amor, es mi mejor amigo. ¿A dónde has ido cantor? Seguro has encontrado otra flor a quien regalarle tu poesía.