Ir al contenido principal

No me creas

No me creas si te digo que te amo
pues no conozco ese sentimiento.
No me creas si te digo que te siento dentro
como no he sentido a nadie
ni que muero entre los delirios de una fantasía
por encontrarte en cualquier silencio
que amanece en mi alma
porque nada de eso es cierto.

Bailo contigo en las estrellas,
pierdo anhelos porque vivo mis sueños,
se hacen realidad mis más hondas ambiciones.
Se amplía mi pasión por el Universo
y se ensancha mi pecho.
Soy grande, soy mejor.

No me creas si te llamo amor,
si te sonrío valiente,
si tiemblo con tu presencia,
si suspiro por tus ojos,
si me desvelo por tus caricias…
No me creas si te reclamo amor.
Soy algo distinto cada día, ya no tengo explicación.

Me muevo a la velocidad del relámpago
y con la fuerza del trueno me difumino.
Aparezco transformada en melodía,
en aire, en agua, en fuego, en madera, en metal…
Abrazo el apetito que me da verte,
dilato la necesidad de tocarte,
me adhiero con el tiempo
porque quiero extrañarte menos, pero no puedo.

No me creas si te necesito.
No existe en el mundo concierto
más completo que el nuestro.

Patino en la galaxia y atrapo cometas.
Tú desde la Tierra pides deseos a las estrellas fugaces
que te envío y soy feliz; porque yo soy uno de ellos.

Entonces, luego de todo esto,
estoy segura de que no te amo,
no te necesito, no te extraño
porque, luego de todo esto,
sé que por fin existo.

Comentarios

Entradas populares de este blog

Sin tristeza, sin pena, sin dolor... con coraje.

Volver a empezar, juntando las piezas que no encajaban antes y encontrando nuevas, viendo el conjunto de lo que queda, recobrar la esperanza en el final, que es ante todo un principio. Sin tristeza, sin pena, sin dolor... con coraje. Todo comienzo es un final, un dejar atrás a algo o a alguien, y eso sorprende porque uno quisiera llevarse todo puesto o mandarlo todo muy lejos. A veces para que no duela me olvido, a veces para que no duela me acuerdo y aveces me quedo, no me voy. La cuestión es que debo partir, es hora, es mi hora. Simplemente lo sé, esas cosas uno las siente adentro, como si se muriera un poquito para luego estar más fuertes y amar más puramente, de forma más madura, actuar de modo más coherente, más consecuentemente. Volver a empezar, por otro camino, no olvidando jamás lo que fuimos, teniendo siempre presente lo que queremos y sabiendo quienes somos.

Mi vicio eres tú

Amarte es mi vicio. Besarte es mi vicio. Mirarte es mi vicio. Abrazarte es mi vicio. Soñarte es mi vicio. Acompañarte es mi vicio. Escucharte es mi vicio. Cantarte es mi vicio. Leerte es mi vicio. Seducirte es mi vicio. Desearte es mi vicio. Acariciarte es mi vicio. Amarte es mi vicio. Mi vicio eres tú. Escuchando “I got you” Leona Lewis

Me siento llena de amor

Calor en el corazón, lágrimas de emoción, sonrisa en la boca dibujada con amor. Abrazo profundo, fuerte, tierno, cargado de recuerdo, cargado de buena intención. Complicidad, juego y diversión, travesuras de niñas mujeres adultas que comparten una canción. Un subidón de energía, de alegría, de orgullo y valor, compartir un chocolate caliente ☕, una comida y una vela 🕯️ pinchada en una manzana para celebrar la ocasión. Compartir con calma, sin prisa, con ganas, risas, degustar el metro, mientras viajo, agradezco tanto y tanto que me llevo. Gracias a mis Imprescindibles por su cariño y acogimiento.