Ir al contenido principal

No quiero despertarme

Te miro mientras duermes y disimulo sonidos.
Sé que sabes lo que hago, pero es divertido,
es nuestro juego matutino.

Sonrío mientras te veo soñando,
en algún momento tus párpados cambian de ritmo
y sé que me he delatado.

Sigues un rato con los ojos cerrados
como pidiéndome que te despierte con besos enamorados,
de esos suaves y dulces
que nos dejan embelesados con ganas de más.

No quiero despertarme antes,
sé que también tienes tu ritual.
Pasas tus dedos por mi cara a tan corta distancia
que crees que no las siento,
pero es imposible escapar a tu calor y tampoco lo intento.

Entre amaneceres, abrazos, caricias, mimos, silencios…
Entre ronquidos y labios secos que piden refresco del bueno.
Entre vueltas derechas y de revés…Entre arribas y abajos.
¿Qué puedo decir? No quiero despertar,
me gusta imaginar que estás dormido
cuando en realidad jugamos al amor con todos los sentidos.

Comentarios

  1. ¡Qué hermoso! Te felicito. Gracias por compartir el amor que sentís en tu corazón. Besos.

    ResponderEliminar
  2. Que bonitas letras en tus entradas.Comienza la semana y hay que ponerle toda la energia,que puedo decir de tu sitio que no te he dicho ya,sábes que me encanta pasar de visita por aqui,vengo siempre porque me reconforta.Hoy llego desde Cuentos y Orquideas y tengo un nuevo cuento a ver si gusta,hecha esta la invitacion entonces,te mando un fuerte abrazo.Mucha luz y hasta pronto...

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

¡Gracias por pasar, comentar y sugerir!

Entradas populares de este blog

Sin tristeza, sin pena, sin dolor... con coraje.

Volver a empezar, juntando las piezas que no encajaban antes y encontrando nuevas, viendo el conjunto de lo que queda, recobrar la esperanza en el final, que es ante todo un principio. Sin tristeza, sin pena, sin dolor... con coraje. Todo comienzo es un final, un dejar atrás a algo o a alguien, y eso sorprende porque uno quisiera llevarse todo puesto o mandarlo todo muy lejos. A veces para que no duela me olvido, a veces para que no duela me acuerdo y aveces me quedo, no me voy. La cuestión es que debo partir, es hora, es mi hora. Simplemente lo sé, esas cosas uno las siente adentro, como si se muriera un poquito para luego estar más fuertes y amar más puramente, de forma más madura, actuar de modo más coherente, más consecuentemente. Volver a empezar, por otro camino, no olvidando jamás lo que fuimos, teniendo siempre presente lo que queremos y sabiendo quienes somos.

Mi vicio eres tú

Amarte es mi vicio. Besarte es mi vicio. Mirarte es mi vicio. Abrazarte es mi vicio. Soñarte es mi vicio. Acompañarte es mi vicio. Escucharte es mi vicio. Cantarte es mi vicio. Leerte es mi vicio. Seducirte es mi vicio. Desearte es mi vicio. Acariciarte es mi vicio. Amarte es mi vicio. Mi vicio eres tú. Escuchando “I got you” Leona Lewis

Fluir

Si el fondo del aire es frío, entonces me abrigo, me instalo en un banco  bajo los rayos del sol y escucho los pajaritos y veo las golondrinas y los aviones volar. Se acerca un mirlo y empieza a cantar, en lo alto de una rama, declara su libertad, me transmite serenidad, todo irá genial. El río sigue fluyendo, los perros siguen corriendo, los coches siguen pasando, el día sigue avanzando, entonces, si todo es como es, ¿por qué yo no puedo ser como soy? Dedicado a mi profe de yoga, Ania. Gracias por nutrir mi alma.