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Mostrando entradas de marzo, 2011

Tu voz en mi conciencia

A través del bullicio una voz, un aroma a lavanda y a hierbabuena, una brisa. La calma. A través del bullicio una voz, el calor se extiende empezando por los pies, la tierra no quema, el arroyo entibia. La calma. ¿Quién entrará por esa puerta? ¿Quién se figura en la ventana? A través del bullicio una voz, esa voz. ¿Quién tendrá la respuesta?   En la sombra que se forma no sé dónde estás sin embargo, a través del bullicio está tu voz. El viento despeina mis pensamientos, el ruido confunde mis sentimientos, pero siempre está tu voz. ¿Quién se atreve a callarte? ¿Quién osa tal injusticia? A través del bullicio, tu voz da sentido a la desgracia, da explicación a la malicia, escenifica el error. Quién pretende no escucharte vive una fantasía. Los sueños se trabajan, se ganan con esfuerzo, se merecen. Quien intenta olvidarte se acuerda más de ti. A través del bullicio está tu voz: cansada, triste, preocupada, pero firme. “Ya no es una obligación, sino un acto de amor”. 

Fechas

Las fechas no aparecen, no es que desaparecen, simplemente no están. ¿Se ocultan? Las fechas que solían llegar irremediablemente caen en una trampa como en una intención de falsa conciencia, de muerte en vida. ¿Quién me reclama por añorar el tiempo? Si no pasa, significa que hemos muerto. Las fechas no aparecen ni se camuflan. No hay horas, no hay días, no hay meses. No hay referencias ni disculpas, ni siquiera una carta arrugada se dibuja. ¿Quién ha desinventado el calendario? ¿Pueden culparme por añorarlo? Si las fechas no aparecen los acontecimientos no suceden. No hay continuidad, no hay movimiento. ¿Quién le disparó al universo? ¿Quién mató los momentos? ¿Acaso importa el responsable más que su comportamiento? ¿No quieres mejor intentar recuperar el sonido del viento? Las fechas no aparecen y   así me pregunto ¿Queda un pasado, un presente y un futuro?