Hoy me duele respirar,
casi no puedo, casi no quiero.
Hoy me marea despertar,
abrir los ojos y mirar.
Las manos van, las piernas siguen,
cabeza de péndulo que se agota
entre las botas de la interminable calzada.
Los pies andan, los brazos simulan,
nariz que sospecha el agua
entre los sabores de la tierra cansada.
Las uñas sangran, los dedos lloran,
venas que se acuerdan de las notas
que preguntaban por la guitarra rota
después de veintitrés días.
Las rodillas hablan, retuercen las muñecas,
articulaciones no comunes
a la hora de tocar personas.
Hoy me duele recordar,
me marea pensar,
las cosas que provoca soñar
entre las paredes de la enfermedad
pueden ser tan variadas como la esperanza
de volver a caminar.
casi no puedo, casi no quiero.
Hoy me marea despertar,
abrir los ojos y mirar.
Las manos van, las piernas siguen,
cabeza de péndulo que se agota
entre las botas de la interminable calzada.
Los pies andan, los brazos simulan,
nariz que sospecha el agua
entre los sabores de la tierra cansada.
Las uñas sangran, los dedos lloran,
venas que se acuerdan de las notas
que preguntaban por la guitarra rota
después de veintitrés días.
Las rodillas hablan, retuercen las muñecas,
articulaciones no comunes
a la hora de tocar personas.
Hoy me duele recordar,
me marea pensar,
las cosas que provoca soñar
entre las paredes de la enfermedad
pueden ser tan variadas como la esperanza
de volver a caminar.
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