Ir al contenido principal

Entradas

Mostrando entradas de septiembre, 2013

De otra parte, pero de ésta

Raíces o tierra arraigada a los pies, ramas profundas que se atan al suelo. ¿Quién sostiene a quién? Soy de otra parte, no tengo raíces, soy en si un tubérculo. De todas partes y de ninguna, mitad humana, mitad patata o zanahoria naranja que en la profundidad es negra. Raíces o tierra arraigada a los pies, caminante, trotamundos que viaja por el submundo de la especie removida. De otra parte, pero de ésta, parece que ésta tierra me conquista y aquí quiero quedarme, extender mis hilos, salir de allí abajo y hacer mi nido, ser, finalmente...pájaro.

Cansada

Un poco más humana cada día, un poco más, pero estos días cuesta levantarse, más que eso, lo difícil es respirar. Esperanza, voluntad, coraje, pizcas de libertad fingida en el escrito de la pared, en la fotografía de infancia, en la calle aislada por la música en las orejas. Cuesta arriba se hace despertarse cuando unos días antes lo imposible era dormir. Un poco más humana cada día, un poco más, pero estos días no dan ganas de mirarse, de vestirse de alegría ni de volver a preguntar. Vida paralela la de dentro y la de fuera, intentando animar a los demás a vivir, intentando sobrevivir con la propia carga. Un poco más humana cada día, un poco más, pero estos días estoy cansada, si tan sólo no tuviese que pensar en respirar...

Simple

La verdad es que no, hay cosas que no me importan, no me interesan y definitivamente no harán que deje de apreciar a una persona. La verdad es que sí, hay cosas esenciales, fundamentales que determinarán mi forma de tratarte. La verdad es que no sé, siempre hay cosas que aprender, esa es la vida que quiero, esta que me permite crecer.

A Marisa

Alma rota, alma herida, pedazo de noche que se aproxima mientras busco tus ojos a escondidas. Alma rota, alma triste, quisiera abrazarte pero es imposible. Alma rota, alma perdida, cuántas voces lloran tu partida. Alma rota, alma comprimida, tu arte se respira en el aire de nuestra ciudad compungida. A MARISA ESTEBAN, un ejemplo para Talavera de la Reina. D.E.P

Principio

Escuchando "Pienso, luego existes"- Mario Viñuela Desde el principio, el final, al final habrá un principio. Yo toco mis teclas creyendo que son cuerdas y mi piano suena a guitarra desafinada.  La ruta es espesa, los árboles saludan la tierra, la carretera figurada que crearon los que por ella anduvieron.  La piedra brilla al tocar el anochecer su última arista y yo miro esa estrella terrestre que me transmite una especie de calma. Desde el principio, el final, al final habrá un principio. Mi piano suena ya a piano, mi guitarra a guitarra, los árboles se comieron la carretera, la piedra brilla todo el día. Desde el principio, el final, al final habrá un principio. Yo quiero estar al principio.

Lágrimas calladas

Lágrimas que rompen los ojos, los ojos se rompen en lágrimas, lágrimas que hieren la vista, queman, los ojos escupen pena, rabia, dolor. Lágrimas que lastiman, cortan el paisaje, lo dividen, lo nublan, lo hacen borroso, confuso. Lágrimas que se equivocan, se desvían mientras rezo una poesía distinta para calmar la angustia de su soledad. Lágrimas, avalanchas de heridas que quiebran la vida cuando olvidamos por qué llorar. Hay eco en la ciudad, hay silencio en la cama, la cama ancha en noches de pena. Lágrimas que habrá que ocultar, esconder, guardar para no causar más pesar. Lágrimas grises, cual nubes negras que se aproximan anunciando una tormenta. Escuchando "Septiembre" - Mario Viñuela

Piano,piano,piano

Escuchando Mario Viñuela- "Septiembre" Triste desgarro de tu muerte, vacío profundo de desolación, existencia reprimida por el dolor. Me desangro, me rompo, melodía triste que me encoje, me recuerda tu oración. Piano acongojado que se abriga de violín, que se escapa del silencio de la soledad, de la incomprensión, de la necesidad de tener valor. Piano, piano, piano, mis manos no te alcanzan, mis dedos se escapan de tus teclas, tu voz me toca mientras miro tus notas escribirse en el teclado. Piano que llora, sufre desconsolado y yo, que en un tal septiembre era feliz, no puedo más que soltar las lágrimas reprimidas que evocan tu respiro ralentizado. Piano que toca a la puerta, la golpea, la patea, la destroza, y sigue aún así exigiendo que la abran a gritos desgarrados. ¡No lo dejen afuera! Piano que me mira y me pide que grite con él, que lo acompañe en su batalla, que crea en lo mismo que él.