Respuestas que caen del cielo,
las recoge la pluma que pregunta,
desaparece el suspiro
y corre una lágrima, corre.
En los ojos anida un momento,
uno especial, uno curioso,
uno único, sin igual,
uno que añoro tener,
que brilla en esa lágrima que se esparce.
Las respuestas caen del cielo,
ni papel, ni letras, ni canciones,
ni músicas, ni silencios,
las respuestas caen del cielo.
Caen como hojas de otoño,
como algo natural que debe suceder
en determinada época del año,
de la vida de una persona.
Caen, a veces a golpes,
a veces suavemente.
Me pregunto:
¿Cuántas veces deben caer
para que yo me dé cuenta?
las recoge la pluma que pregunta,
desaparece el suspiro
y corre una lágrima, corre.
En los ojos anida un momento,
uno especial, uno curioso,
uno único, sin igual,
uno que añoro tener,
que brilla en esa lágrima que se esparce.
Las respuestas caen del cielo,
ni papel, ni letras, ni canciones,
ni músicas, ni silencios,
las respuestas caen del cielo.
Caen como hojas de otoño,
como algo natural que debe suceder
en determinada época del año,
de la vida de una persona.
Caen, a veces a golpes,
a veces suavemente.
Me pregunto:
¿Cuántas veces deben caer
para que yo me dé cuenta?
Comentarios
Publicar un comentario
¡Gracias por pasar, comentar y sugerir!