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Mostrando entradas de agosto, 2014

No sé, siento

Yo no sé. Las palabras vienen. Los sentimientos florecen. Las emociones discuten. Las miradas delatan. Yo no sé. ¿Cómo explicarlo? ¿Cómo entenderlo? La vida sigue su rumbo mientras escribo y mientras duermo. Yo no sé. ¿Qué hacer con todo lo que nace, lo que empuja por salir, lo que duele, lo que hace feliz? Yo no sé. Sólo puedo escribirlo... Bien, mal, peor, mejor, sencillamente con el corazón, sin más razón que la libertad. 

Campo

De regreso al campo, a la tierra labrada y viva, emoción de cosecha, de vida entre las manos. Surcos, patatas que miraran al cielo luego que el hombre pasara su arado a manos llenas y sudara toda su fuerza puesta. Tierra, principio de humanidad, de humildad, de honestidad, pues no existe mayor generosidad que la que la naturaleza da. ¡Campo, qué grande eres, qué amplio! Quién fuera pájaro para explorarte entero, quién fuera justo para alimentar el pueblo de tus dones más puros. Campo, no te abandonemos campo, eres el comienzo de la vida, la comida única que nada más puede dar.

Duerme

Duerme mi niño, mi pequeño repollo, duerme entre las notas musicales que trae la boca de mi padre. Duerme entre mis brazos, en las canciones de mis recuerdos, en los sueños de días pasados que me regaló la vida de mi madre. Duerme mi pequeño, duerme entre nosotros, sé otro momento hermoso que compartiré contigo pronto. Duerme, duerme... Para el pequeño Martín

Ser libre es vivir

Desde el principio hasta el final. ¿Dónde empieza cada cual? ¿Qué pieza es la ideal? Todo fluye y confluye. Somos los que somos, nos vamos haciendo en cada paso que damos. El desorden se ordena y el orden se condensa en aquello que nos toca. Cada decisión dará una acción, un resultado y una reacción. Desde el principio hasta el final, somos un lienzo por pintar. Nada es definitivo, todo es esencial. Vivir es elegir, ser libre es vivir.

Susurro

Quiero hablarte al oido, decirte que la noche sueña contigo, contigo y conmigo en una melodía. Mi bebé duerme. Se quedó dormido en su cuna hecha de arena y mar, justo debajo de la Luna. Ola que va y viene, mece el sueño de mi niño, cancionces de cuna hechas de esa voz. Quiero hablarte al oído, decirte tantas cosas, muchas sin sentido, otras, puros motivos. El bebé duerme, aún duerme mi chiquito, con el piano afinado en su nido espera tus palabras para despertar con tu sonido. Quiero hablarte al oído, tenerte en brazos, bailar contigo... La esperanza aumenta en cada suspiro, la noche es fuerte, clara y serena, justo lo que necesito para hablarte al oído. Susurros, susurros, susurros hechos de sonidos propios del amor de una madre a su hijo. ¡Vamos! ¡Ven! Habla conmigo. Escuchando a Mario Viñuela "Jaque" y "Pienso, luego existes".