Sobre el río la Luna llora,
pues es el único lugar
donde le está permitido llorar,
pues las lágrimas marchan solas,
no dejan rastro ni huellas ni nada.
La Luna llora desconsolada,
ya nada será igual,
para bien o para mal,
todo cambiará.
"Será para bien",
quiere decir el Sol del atardecer,
mientras tras la sierra se esconde
para dejarla pensar.
Pero la Luna llora,
inunda el río. ..
Llora desconsolada,
hasta que no amanezca
no dejará de llorar...
Y entonces callará,
guardará otra vez su dolor,
su tristeza y su soledad,
y se esconderá del Sol
para dejarlo brillar.
A la noche,
después de ver al Sol dormir,
se refugiará en esa otra estrella,
la que acunará, la que será feliz,
la que no sabe nada, pero siente todo.
La acunará sin decir más
solo que siempre amará
a su otra estrella y a su Sol.
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