Silencio exterior, bullicio interior,
la muchedumbre explota
mientras el espejo llora.
La soledad habita el alma
de la forma más cruel e inhumana
como la de estar rodeada de gente,
sintiendo un vacío que consume la gracia.
Bullicio exterior, silencio interior,
paz inesperada y profunda
que escapa a la interpretación
y descansa.
Condenada al perpetuo juicio,
a la pregunta incómoda,
a la realidad incoherente,
al deseo frustrado y atado
a una silla blanca de plástico duro
en la terraza de un jardín verde
en medio de la nada.
Me encanta. Los últimos tres versos son demoledores
ResponderEliminar