Viste de negro Teresa, sueña gris con los ojos abiertos. No habla, no dice, se queda callada Teresa. No llora, no ríe, sólo mira el horizonte Teresa. Sabe pero no contesta, conoce puertas y ventanas, caminos, trampas y rarezas, colores, sabores y nombres, rayones, muros y rejas, grafitis, cuentos y bibliotecas. En silencio está Teresa, está, respira pero no vive.