Hay un rostro que mira al olvido, se aleja del ahora y del antes. Con temor e ironía se reprende por ese gesto que magnifica su apatía por cada día que pasa tan parecido al anterior que asimila como el mismo. Lo mira, como se miran las causas perdidas, lo abraza con la mirada, como despedida, como bienvenida. ¿Cómo se olvida el olvido? ¿Olvidando los recuerdos?