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Desde mi ventana

Desde mi ventana los árboles me hablan. Algunos calvos, otros repeinados, caducos o frondosos, desnudos o vestidos, solos o acompañados... Todos con nidos, con vida entre sus ramas, o con habitantes imperceptibles al ojo humano. Todos son hogares... Bailan con la brisa, con el viento, abrazan la tierra y se bañan con la lluvia. Los árboles me hablan desde mi ventana. Veo una paloma en lo alto de un pino, se acicala, se acomoda y descansa. Mientras el sol acaricia sus alas, sus plumas brillan y ella me mira. El árbol se ha movido bajo sus patas, los metros la alejan del suelo y ella sigue en calma.
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Poema al Té

Me gusta el calorcito del té,  esa sensación de acogimiento,  de vientre materno,  que es el mío, de donde vengo.  Me gusta coger la taza y calentar mis manos, mientras, respiro el vapor y el aroma blanco, ese que me hace cerrar los ojos y transportarme al campo. Me gusta el silencio interior de ese momento, ese, ese, cuando la lengua degusta y calla... Calla, porque siente, vive y sueña.

"Salir de mí" para encontrarme

Querido, querida, En 2018 me acompañaste en la presentación de mi libro "Quiero decir y te quiero recitar" o durante estos años me apoyaste en esta locura con la compra de mi libro. Gracias, siempre por ello. Ya se me habían acabado los ejemplares en papel y varias personas lo querían así que....  ¡¡¡Aquí está de nuevo!!! Esta vez bajo demanda en Amazon , es la forma sostenible que encontré de hacerlo. Te regalo uno de esos poemas que cojo al azar y que están siempre acertados a como me siento, ¿a ti también te pasa cuando abres un libro? Gracias por apoyarme siempre  y compartirlo. Un abrazo fuerte 🤗 https://youtube.com/shorts/hbsiTX4-R-M?si=442jJid-yTjE4UiS

A veces, en el cielo

A veces, en el cielo, hay nubes de algodón, suaves, dulces, agradables y dan ganas de saltar hasta allí a reconfortarse. A veces, en el cielo, no hay nubes, todo es azul profundo, cálido, amable, y dan ganas de quedarse aquí a solearse.  A veces, en el cielo, hay estrellas, lucecitas blancas, inspiradoras, creativas y dan ganas de cerrar los ojos y verlas por dentro. A veces, en el cielo, no hay cielo,  hay alguien que nos espera, que quisimos mucho, que echamos de menos y dan ganas de no hacer nada.

Me siento llena de amor

Calor en el corazón, lágrimas de emoción, sonrisa en la boca dibujada con amor. Abrazo profundo, fuerte, tierno, cargado de recuerdo, cargado de buena intención. Complicidad, juego y diversión, travesuras de niñas mujeres adultas que comparten una canción. Un subidón de energía, de alegría, de orgullo y valor, compartir un chocolate caliente ☕, una comida y una vela 🕯️ pinchada en una manzana para celebrar la ocasión. Compartir con calma, sin prisa, con ganas, risas, degustar el metro, mientras viajo, agradezco tanto y tanto que me llevo. Gracias a mis Imprescindibles por su cariño y acogimiento. 

El ritmo

El ritmo de las olas de la bicicleta por el sendero de tú corriendo, y yo andando despacio. El ritmo del silencio de las voces, de las gaviotas, y de la piel que cae rota. El ritmo del espejo de la pregunta sin respuesta ¿qué nombre le pondría a mi casa? mientras alguien por detrás trota. El ritmo lento, el ritmo rápido, el contratiempo y la sensación extraña y dolorosa de haber perdido algo en el camino. El ritmo de la infancia, de la juventud, de la madurez, el ritmo de crecer. El ritmo repetido  de la fotocopiadora resuena en mi cabeza y bailo moviendo la melena mientras revivo la historia.

Me rindo

Me rindo No pongo más resistencia, ni mente ni expectativa, no pongo más fuerza, ni retrospectiva. Me rindo. Me entrego a la vida, me orillo, me salgo del camino, me pongo a un costado... Me desvío porque no puedo avanzar, me rindo porque debo parar, y si no paro, me paran, y si no me paran, muero. Mi cuerpo tiene límites que mi mente no respeta, no entiende ni tolera. Me rindo ya está, lo acepto, no puedo con esto, así tal como voy, no puedo. Me rindo y observo, siento lo que siento, lo reconozco, lo abrazo, le sonrío, lo hago mío, lo amo... y entonces vuelve la paz, entonces sí, así sí soy capaz de dar un paso más. Gracias a las señales de la vida y a las personas que me han ayudado a lo largo de mi vida a interpretarlas.