Pensando en Pablo Neruda Tus ojos, tus manos, trazos de colores en la pintura, trazos que figuran como olas, vuelan por los cabellos, se confunden en reflejos de sol, se mezclan en el aroma del mar, de la arena mojada y te dibujan a ti. Tus ojos, tus manos, tu pecho, pasos largos nos separan en esa foto y yo añoro que estés junto a mi en esta mañana mojada, húmeda. Tus ojos, tus manos, tu pecho, tu boca. ¡Cómo me hace falta tu loca manera de enredarte conmigo, de hablarme al oído, de amarme sin ruidos más que el del amor que se explaya en nuestro nido!