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Mostrando entradas de junio, 2010

Vengo de fuera

Desde que llegué me lo han preguntado: con palabras, con gestos, con silencios, con indiferencia, con interés, con curiosidad. ¿De dónde vienes? Y muchas veces tengo ganas de responder así. Vengo de lejos, de una tierra que quizás no conoces, de una tierra a veces demasiado fértil y más vieja de lo que imaginas. Vengo de una tierra generosa y maltratada, enjuiciada por sus propias gentes y por aquellos que se creen sus dueños. Una tierra acusada de sequías y guerras, separada del mundo real, de lo habitual que puedes tocar o incluso entender. Vengo de una tierra grande, verde y azul, de una tierra amarilla ocupada en forma de desierto, de un lugar en el tiempo abandonado al olvido salvo para aquellos que se interesan por sus recursos. Vengo de una tierra fotografiada, visitada y consumida, materia prima de ironías. Vengo de lejos, de una tierra que no es fácil de explorar porque intenta hacerse respetar. En el imaginario de la tierra prometida de oportunidades y soluciones mi lle

Humanidad

Hoy no tengo ganas de hablar, no me pidas que te explique lo que significa la libertad ya que tan sólo puedo mostrarte el río recorriendo su propio caudal. Parece que todo es como debe ser, las alturas, los desniveles, las rocas, los árboles, todo está donde debe estar. El río sigue su camino. ¿Es eso cierto? Hoy no tengo ganas de hablar, no me pidas que te explique lo que significa la paz ya que tan sólo puedo mostrarte la quietud de la tierra sosteniendo todo lo demás. Parece que todo es como debe ser, las alturas, los desniveles, las rocas, los árboles, el río, todo está donde debe estar. La tierra tiene sus propios caminos. ¿Es eso cierto? Hoy no tengo ganas de hablar, no me pidas que te explique lo que significa la justicia ya que tan sólo puedo mostrarte el horizonte, ese sitio donde se termina y se vuelve a empezar. Parece que todo es como debe ser, las alturas, los desniveles, las rocas, los árboles, el río,  el sol, la luna, todo está donde debe estar. El horizonte tiene su

Eco

Cesé de oírlo pero él no dejó de sonar, a medida que el tiempo se vuelve a escapar o regresa no lo puedo atrapar, tan rápido, tan difuso, nunca lo puedo recuperar. Cesé de oírlo y aún así no me pude salvar, él continuó su camino, no pude volver a empezar. Sigue sonando al mediodía, a la medianoche, a cada hora. Cada latido de su segundero rebota en mi oído. Sigue sonando, aunque lo detengan, sigue sonando. Aunque lo cambien, lo limpien, lo ajusten, lo quiten… Sigue sonando. Cesé de oírlo, ya no sé si fue porque perdí la audición o porque se lo llevaron pero sé que sigue sonando porque la gente, como todo lo demás, sigue cambiando. 

Río

Cruzo por el puente que me llevó a ti, por la piedra que sostuvo mis pies ese día, por el río que cantó distinto y por el aroma que se declaró en mi nariz. Atravieso la hierba y llego a ti, sin saber que eres tú hasta que te encuentro. Hablo con el árbol y con el aire que lo rodea y acaricia sus hojas. Toco la madera, el banco que acompaña el parque, la tierra que polvorea mis zapatos. Dime amor de manos suaves y mirada tierna ¿Sabías que el río tiene magia, llamó al atardecer y conjuró el Universo? Escuchando “Al otro lado del río” Jorge Drexler

Tiempo

Antes de que llegue la tarde y se acabe la mañana, antes de la pregunta y después de la respuesta, me anticipo porque tengo sensaciones que no controlo y me obligan contra el tiempo a diferenciar entre un día cualquiera y un día contigo. Antes de insistir y después de exagerar, antes de volver y después de viajar, me precipito porque entiendo lo que puede pasar y es que el amor no es un corazón sino un espíritu que nos posee para ayudarnos a adaptarnos a una nueva realidad. Antes de soñar y después de desear, antes de mirarte y después de sonreír, no tengo otras razones para amarte más que las que me regala la libertad. Para tí, amor

Tiempo para ser, para elegir

Llueve. Llueve. El sonido de los coches arrastrando el agua  penetra en mi oído y el olor del asfalto mojado  despierta la inquietud de la suciedad en un foco al otro lado de la acera. Llueve. Llueve y me pregunto por el momento  en que sentí las gotas golpear mi cabeza  como campanas de una iglesia  que no visito hace tiempo. Llueve. Llueve. Las lágrimas del cielo caen a mis ojos,  y de ellos a mis manos.  Ahora yo también lloro a la vez que sonrío  por el suspiro que me ha dado esa nube  que me mira como distraída  pero sabe que necesito descansar. Llueve. Llueve. Te escucho cantar en la vibración imperceptible de mi tímpano izquierdo.  No quiero caminar sola y el extraño  que me acompaña no sabe que se lo agradezco. Llueve. Llueve. Abro la boca para sentir la caricia  que se desliza por mi mejilla rota,  mi boca profunda hambrienta de compasión,  nauseabunda de rabia.  Vacía de amor y de ternura,   mi boca perdida.

Tengo un amor camuflado

Tengo un amor camuflado, un amor disfrazado que se sostiene en aquella ola que lo eleva hacia el Sol y lo ilumina en la otra cara de la Luna. Un amor de latidos y de respuestas sentenciadas a entregarse sin preguntar. Un amor de caricias hechas palabras gravadas en las manos, en la sensación de la eterna unión que trasciende la magia. Tengo un amor camuflado, armónico y a su vez estridente que baila con las notas de la trompeta. Un amor disfrazado de poeta que escribe promesas en versos de cada lado de la hoja. Un amor aventurero que quiere viajar por todos los sueños y conocer todas las montañas. Un amor emocionado en las tres cuartas partes de un paso basado en la forma desordenada en que se agita una llama. Tengo un amor camuflado, un artista cantando en mi alma. Tengo un amor disfrazado, un amor que se pretende humano, pero que es mucho más. Pensando en ti, amor

Infinito, intangible y exponencial

Mi amor se resguarda en tus brazos y se baña en tu boca. Mi amor se cubre con tu ternura y se fortalece con tu mirada. Mi amor se transporta en tu sonrisa y se calma en tu locura. Mi amor se reconoce en tu pecho y se alimenta del latido de tu corazón. Mi amor es tu amor infinito, intangible y exponencial. ¿Quieres que te lo explicite un poco más? Mi amor existe antes de saberte real. Mi amor te esperaba con la certeza causal. Mi amor, tímido, inseguro e irresoluto decidió por fin salir a buscarte y amar.     Queriéndote   cada día más

Tengo un amor contenido

Tengo un amor contenido que espera tu presencia para explorarte e instalarse en tu pecho. Tengo un amor angustiado por la ausencia de destino, por la incertidumbre de las respuestas y por el aroma de las dudas. Tengo un amor amarrado a la esperanza, un amor reprimido que no descansa y bucea. Tengo un amor que llora, que ríe, que no quiere conformarse y se sostiene por las ganas. Tengo un amor que se pelea con el tiempo porque se agobia de lo rápido que pasa cuando estoy contigo  y por lo lento que hace desangrar las heridas. Tengo un amor incompatible con la vida, un amor intenso que no me cabe en un día, en un mes, en un año o en una existencia dividida. Tengo un amor eterno que suspira y  no se tranquiliza, que te inquiere, que te persigue… Un amor sorprendido de sí mismo y que necesita ser correspondido, un amor a ciegas que le tiene miedo a su propia fuerza. Pensando en ti, amor

Vengo de un lugar distinto cada día

No me preguntes por mi origen, quizás pueda contestar por mi destino. Soy viajante sin zapatos, yo piso la tierra. Se me enredan las palabras con las ramas y las ramas con el cielo, vengo de un lugar distinto cada día, soy naturaleza viva. No indagues mi pasado, deja que te lo cuente, si acaso tengo fracasos escondidos y temores inacabados, por ti mismo te darás cuenta de que los he pronunciado. No me pidas soluciones ni explicaciones, yo le canto a la Luna. No me insistas en quedarme dormida, me gustan los colores y el aroma de esa espuma. Anidan en mi corazón millones de dudas y la confianza puede ser oportuna pero nunca definitiva. Si te digo que te amo recuerda que soy rosa que no fuma. No me gustan los vicios ni tampoco la obsesión. No me mires con descaro ni te aproveches de mi distracción, he perdido muchas cosas importantes en la vida pero nunca la intuición.   Llamo a mi destino en el arco iris, me sonríe sin hacerse esperar. Sé que algo bueno se aproxima, lo sé, la c

Cuando los recuerdos mueren

El tiempo me carcome los huesos y me exige que te busque, que salga corriendo a encontrarte. ¡Qué ganas de verte amor! ¡Qué necesidad de sentirte cerca de mi! El tiempo me carcome los huesos y me intensifica la noche, me echa del cielo, me castiga por tu ausencia. El tiempo me carcome los huesos y me obliga a mirarte de lejos, sin saber si volveré a estrecharte, si tendré que perderte. El tiempo me carcome los huesos, me enferma la vida, me envicia los pensamientos, te extraño pero ya no tengo fuerzas.   ¡Qué ganas de verte amor! ¡Qué necesidad de sentirte cerca de mi! El tiempo me carcome los huesos, me mutila la carne, me afana la esperanza solo para destruirla. El tiempo me carcome, amor mientras los recuerdos se borran.