Me duelen los pies, los talones, las plantas que me sostienen, mis raíces al mundo. Me duele la tierra. Me duele la sangre, el edema del olvido, la repetición del mismo motivo, la fractura del amor. Me duele no verte, mirarte y no sentirte, sentirte y no tenerte, tenerte y que no quieras quedarte. Me duele la contradicción, la incoherencia, la destrucción todo basado en el terror y el castigo, nada para ser mejor ni para arreglar los errores cometidos. Me dueles tu, no te entiendo, en duelo conmigo para no salir corriendo, batallar con el silencio, el vacío, el eco y recordar que no hay donde ir, estoy preso en tus sentidos, un mal sueño, una pesadilla en la conciencia que no hará más que prohibirte dormir.