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El puente de Colón (Montevideo- Uruguay)

Muchas veces me han preguntado si escribo cuentos. Tal vez como una manera de seguir indagando sobre lo misterioso de escribir como un espacio minado de inspiración y conspiración.
Quizás simplemente por curiosidad, para no dejar las cosas por la mitad ¿Qué mitad?

¿Acaso un cuento se planea o es algo que surge de la espontaneidad,
de dejarse llevar por el motor de la magia inspiradora? No lo sé.

En este momento que no es ahora y tal vez fue antes o será después estoy pensando . . .

¡Qué hermosa la expresión de una amiga al ver una foto de un puente que le recordaba su infancia en Colón! De hecho, era aquél puente al que se subía para ver la llegada del tren. "¡Quiero una copia!" me dijo.

¡Qué orgullo sentí de haber rescatado un recuerdo, de despertar sensaciones, de compartir de un modo especial algo incompartible, intransferible como el instante de captar un segundo que deja su huella por el resto de nuestra vida!

El puente de su infancia en Colón. Un puente en blanco y negro, de líneas y sombras, escalones, formas.
Un recuerdo que trae otros recuerdos y asociaciones.
Una metáfora, un sueño, un camino . . .

En este ahora, que es distinto al que nombré antes e imposible de intercambiar, leo a Julio Cortázar que me dice algo parecido. ¿Cómo es posible lograr una historia, quizás un cuento con un fotografía colgada en la pared? Tan sólo ahí. Yo estuve ahí, elegí el encuadre y conozco como fue y puedo descubrir y puedo crear y puedo inventar. Tengo un poder inmenso sobre ese papel resultado de una manipulación química de laboratorio artesanal o informático, ya hoy da igual.

Lugar público o privado, historia real o ficticia, incluso virtual ¡qué importa! Es una buena fotografía, pero no es sólo una foto, es un documento, un registro, un recuerdo, un sueño, una visión, una cámara, una película y un objetivo.

No sé escribir cuentos pero me gusta contar historias.

Extraído de "Tiempo/Espacio". Año 2006. Montevideo- Uruguay

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