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¿Te has olvidado de mí?

No me culpes por amarte.
Al principio sólo me sentía triste,
confundida, herida,
maltratada por la vida.

Necesitaba una compañía comprensiva
que cuidara de mí, que me sacara de mí,
del absoluto e insoportable dolor
de compartir cada momento conmigo misma.

Después me sentí querida,
tratada con ternura y respeto
con todas las delicias de tu sonrisa
y del abrazo más cálido del mundo.

No me culpes por amarte,
por querer pasar el tiempo contigo,
por extrañarte, necesitarte,
por sufrir al no encontrarte.

Siempre tan insegura en estas cuestiones del amor,
tan inexperta, inmadura,
me he llevado sorpresas y quemaduras.

¡Cuánto quisiera hablar contigo!
Un instante, sólo para que me recuerdes,
para que me conozcas.

Después de no verte tanto ¿te has olvidado de mí?

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