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Claustrofobia

Lleno de ventanas
y de luz tenue que entra por ellas,
un aire fresco
y doscientas veinte preguntas en mi cabeza
aterrizan desesperadas en la mesa.

La vista a las montañas es hermosa
y el silencio interpretado por los pájaros
es más que auspicioso.

La cama deshecha,
la almohada aplastada,
la ropa tirada
y una sonrisa distraída que asoma en mi cara.

El agua de mar llega a mí
pero ya nada me alivia.
Anoche terminé cansada aquí,
después de mucho tiempo de ir a contraviento.

El balcón mira hacia cuatro árboles altos
y hacia una nube que parece una cascada.
Finalmente me siento encerrada.

Todo: demasiado grande
o exageradamente pequeño
inunda la naturaleza viva
que ante mis ojos simula un cuadro
pues llevo mi cámara a cuestas.

Las fotos no llegan,
nada iguala esta belleza.
Llego tarde al amanecer
aunque me he levantado temprano
y todavía no ha salido el sol.

http://www.poemas-del-alma.com/blog/mostrar-poema-11959

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