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El cielo está en tus brazos

Me elevo con tu pecho en mi oído,
con cada una de tus inspiraciones
mientras me acaricias el pelo.

Adormilada y completamente satisfecha me hablas,
y no parece posible amarte más pero tú lo logras.

Me sostienes pegada a tu alma
y sé cuando te aceleras y cuando te calmas.

Casi no sé donde me encuentro
y sospecho que tú tampoco lo sabes
pero nada detiene nuestra balada.

Bailo contigo al ritmo de nuestra respiración,
no puedo evitar tocarte, tú nunca lo impides
aunque me dices que te vuelvo loco,
por poco me lo pides
y ya me siento obligada a hacerlo.

No te inhibes y tu mano también me insiste,
tus piernas, tu boca…
Cada parte de tu cuerpo me llama
y el mío responde voluntario,
se incendia si lo mimas.

Dime amor si sientes lo mismo
¿Quién necesita del cielo?
Contigo he conocido las estrellas.

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