Ir al contenido principal

Conciencia

Yo que voy por esa ruta aturdida por el olor de las otras flores,
incómoda por la asfixia de la soberbia y la injusticia.

Yo que voy acorralada por el tumulto simultáneo
de las doscientas formas de acomodarse
 y quedarme sometida a una sola.

Yo que me estiro apresurada
por volver a posicionarme
dos veces y media al mes y unos segundos.

Yo que me miro en el espejo de esa multitud asustada
por su propia fuerza, por la dictadura de la conciencia
y el descubrimiento de la identidad.

Yo que sé como estar derecha siempre voy encorvada,
con gafas y desconfiada de la desconfianza.

Yo que amanezco a las cuatro de la mañana
y duermo a las tres cincuenta y cinco.

Yo que me precipito por no comer
 y que te lo lleves todo.

Yo que te miro sin entenderte pero intento proteger
un espacio que ni siquiera te pertenece.

Yo que reavivo la esperanza de los mortales
en un mar embravecido.

Yo que escribo poesías para que los marinos
los lleven a sus amadas.

Yo que sin ti no tengo dirección, pero sí sentidos.

Yo que hoy muero porque no comparto más tus motivos,
resucitaré en un ser distinto
capaz de ser crítico y de llevarte a juicio.

Volveré inesperadamente en formas
que no crees posible y te haré libre,
libre de tu tormento y del mío.

Volveré para demostrarte lo que digo,
yo también soy tu reflejo.

Comentarios

Entradas populares de este blog

Mereces ser amada

Mereces ser amada no tienes que hacer nada. Sonríe, sueña, vive,  llora, calla, vive,  grita, suelta, vuela, vive.  Nada. No tienes que hacer nada.  Baila, como bailan las notas de la guitarra,  del piano, del chelo, del arpa.  Camina, corre, sin pausa, sin prisa,  sin ganas, con ganas,  con esperanza, desesperanzada.  Pero que sepas que no tienes que hacer nada. Mereces ser amada,  como se aman las almas,  los duendes, las hadas,  la realidad y la fantasía.  Como se aman las flores, los ríos,  los bosques y las sorpresas.  La sorpresa de ser tú misma,  la que brilla con luz propia,  con alegría, con tristeza,  con rabia, con asco,  con miedo,  con luz y oscuridad.  Eres dueña de tu vida,  no tienes que hacer nada  para merecer ser amada.  Abre los ojos, mírate,  eres tan valiosa  que nadie te haga creer que eres una farsa.  Eres real, eres a...

Corazón oscuro

Una parte de mi corazón  se acaba de apagar, quizás siempre lo estuvo y me acabo de percatar. Es extraña la sensación, estoy en observación, por una parte, quiero llorar, por otra, quiero celebrar. Una parte de mi corazón  se acaba de apagar, y no sé cómo reaccionar, quizás no tenga que hacer nada  y descansar, simplemente sentir el dolor o quizás la abrace para volverla a iluminar. La miro con desconcierto, con estupor, casi desprecio siento en mi interior. ¿Por qué se apaga? Si yo sentía amor.

No estás sola

No estás sola, a mí, a veces, también me pasa, esa sensación de flotar en el aire y no tener alas, de creer que la vida se me escapa mientras despliego mi mapa buscando el camino de mi alma. No estás sola,  a mí, a veces, también me pasa, que se me corta el aliento, que el corazón se me para, que la vida pasa, mientras yo miro como si fuese de otro planeta. No estás sola, a mí, a veces, también me pasa, me pasa que no quiero, no puedo, no entiendo, ¡que ya basta! y debajo de esa nube que distraída empapa yo encuentro alivio, esperanza... No estás sola,  a mí, a veces, también me pasa, me pasa que no encuentro motivo, sentido ni razón para seguir en casa, me cansan las presencias, las ausencias, las verdades, las mentiras, me agobian las preguntas, las respuestas, el ruido, el silencio, la humedad y el tiempo... no tengo ganas de seguir tejiendo... No estás sola, a mí, a veces, también me pasa, que me comen los miedos, que me imponen los juegos, que me angustian los...