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Las que nadie escuchó ni dijo

Sobre las palabras que amontonan recuerdos,
que los arrastran a una marea tibia y verde,
a un campo de concentración mental de sufrimiento
o a un mar extenso del Caribe.

Sobre las palabras que amontonan momentos
irreconciliables con el tiempo, pasados,
adiestrados por la mente para regresar entre tumultos esclavos
o libres de la rutina anestesiados.

Sobre las palabras que se muestran en gestos
que fascinan la vista y cuestionan secretos,
adivinan sentimientos e interpretan voces
hacen senderos sin pavimento y plantan flores.

Sobre las palabras que declaré y las que nunca dije,
sobre la sorpresa ante el descubrimiento de su certeza,
sobre la mentira y el engaño que se les parece pero muere,
yo te digo mariposa: Vete.

Las palabras son palabras finalmente
y como tantas cosas se las lleva el viento.
Tú sabes que las amo, mi alma sin ellas desvanece,
pero ya no soporto el eco, el vacío condena mi mente.

Vete mariposa, vete
tal vez así me acuerde de lo importante.

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