Ir al contenido principal

Vienen a buscarme

El viento silba fuerte, yo les debo una palabra,
una lectura aunque sea ligera pero no puedo.
No es por falta de tiempo ni ganas,
es por una necesidad diferente de encanto
por el ritmo frondoso de la lluvia y la nieve.

Voy de viaje por un paisaje oscuro,
taciturno y a veces verde.
Se mezclan las distancias y los víveres.
Nadie pregunta nada, sin embargo el ruido responde.

Me llaman melancolía, nostalgia y camino.
Me llaman alegría, presencia y guía.
Ésta mañana voy perdida,
el amanecer se extingue y yo busco tu mirada.

El viento ya no silba, canta.
No es un sonido agradable ni desafinado,
tal vez fuera del alcance de la mano
y de las intenciones de cuidado.

No recuerdo cuando bajé del tren,
pero dejó de ser temprano.

Alguien posa su mano sobre mi hombro,
yo no puedo tocarlo.
Sé quién es, le conozco bien,
pero no es mi tiempo, debo partir,
él me espera en el próximo andén.

Me persigue, empiezo a correr.
Tengo miedo, no quiero ceder.
¿Queda algo por hacer?
Toma mi mano, para que sepa que estás bien.


http://www.poemas-del-alma.com/blog/mostrar-poema-28676

Comentarios

Entradas populares de este blog

Mereces ser amada

Mereces ser amada no tienes que hacer nada. Sonríe, sueña, vive,  llora, calla, vive,  grita, suelta, vuela, vive.  Nada. No tienes que hacer nada.  Baila, como bailan las notas de la guitarra,  del piano, del chelo, del arpa.  Camina, corre, sin pausa, sin prisa,  sin ganas, con ganas,  con esperanza, desesperanzada.  Pero que sepas que no tienes que hacer nada. Mereces ser amada,  como se aman las almas,  los duendes, las hadas,  la realidad y la fantasía.  Como se aman las flores, los ríos,  los bosques y las sorpresas.  La sorpresa de ser tú misma,  la que brilla con luz propia,  con alegría, con tristeza,  con rabia, con asco,  con miedo,  con luz y oscuridad.  Eres dueña de tu vida,  no tienes que hacer nada  para merecer ser amada.  Abre los ojos, mírate,  eres tan valiosa  que nadie te haga creer que eres una farsa.  Eres real, eres a...

Corazón oscuro

Una parte de mi corazón  se acaba de apagar, quizás siempre lo estuvo y me acabo de percatar. Es extraña la sensación, estoy en observación, por una parte, quiero llorar, por otra, quiero celebrar. Una parte de mi corazón  se acaba de apagar, y no sé cómo reaccionar, quizás no tenga que hacer nada  y descansar, simplemente sentir el dolor o quizás la abrace para volverla a iluminar. La miro con desconcierto, con estupor, casi desprecio siento en mi interior. ¿Por qué se apaga? Si yo sentía amor.

No estás sola

No estás sola, a mí, a veces, también me pasa, esa sensación de flotar en el aire y no tener alas, de creer que la vida se me escapa mientras despliego mi mapa buscando el camino de mi alma. No estás sola,  a mí, a veces, también me pasa, que se me corta el aliento, que el corazón se me para, que la vida pasa, mientras yo miro como si fuese de otro planeta. No estás sola, a mí, a veces, también me pasa, me pasa que no quiero, no puedo, no entiendo, ¡que ya basta! y debajo de esa nube que distraída empapa yo encuentro alivio, esperanza... No estás sola,  a mí, a veces, también me pasa, me pasa que no encuentro motivo, sentido ni razón para seguir en casa, me cansan las presencias, las ausencias, las verdades, las mentiras, me agobian las preguntas, las respuestas, el ruido, el silencio, la humedad y el tiempo... no tengo ganas de seguir tejiendo... No estás sola, a mí, a veces, también me pasa, que me comen los miedos, que me imponen los juegos, que me angustian los...