Aunque un minuto más tarde desaparezca,
el instante de esa alegría nunca podrá morir.
Esa fusión, esa empatía, esa etiqueta puesta distraída,
esa magia compartida por la virtualidad y una tecla carcomida,
ese puntero arrollado por la multitud de nombres
que se acumulan en una lista,
esa flecha partida, apretada,
confundida en su configuración, en una melancolía.
Aunque un minuto más tarde desaparezca,
el instante de esa alegría nunca podrá morir.
Renacerá una esperanza infinita en la creación,
será el instrumento de una nueva poesía,
en el descubrimiento de la empatía,
del espejo viejo, gastado, hecho de arena de lejos traída,
parpadeantes sueños que esperaban una correspondencia viva.
No llores, te oigo, por favor no llores,
no grites mi ausencia perdida,
festeja que por fin he regresado.
Leyendo “Amor” Jose Luis Serna Pérez
el instante de esa alegría nunca podrá morir.
Esa fusión, esa empatía, esa etiqueta puesta distraída,
esa magia compartida por la virtualidad y una tecla carcomida,
ese puntero arrollado por la multitud de nombres
que se acumulan en una lista,
esa flecha partida, apretada,
confundida en su configuración, en una melancolía.
Aunque un minuto más tarde desaparezca,
el instante de esa alegría nunca podrá morir.
Renacerá una esperanza infinita en la creación,
será el instrumento de una nueva poesía,
en el descubrimiento de la empatía,
del espejo viejo, gastado, hecho de arena de lejos traída,
parpadeantes sueños que esperaban una correspondencia viva.
No llores, te oigo, por favor no llores,
no grites mi ausencia perdida,
festeja que por fin he regresado.
Leyendo “Amor” Jose Luis Serna Pérez
Qué bonito, Rosalie!!!! Ohhhh, me ha gustado mucho, mucho! Vaya, tengo que venir con más calma a leerte!
ResponderEliminarmuchos besos!!!!