Ir al contenido principal

Las palabras que dejó el viento

Me atrapa el tiempo en palabras no dichas
y en sueños dejados por la mitad.
Pido perdón por las faltas, nunca supe gritar
y aunque no tenía miedo no te supe salvar.

Me abandona la duda
pero sé que no me quieres escuchar.
El problema es que me toca cantarte lo que siento,
ahora es demasiado tarde para detener este intento.

Soy ráfaga, soy tormenta,
alguna vez fui lluvia y viento,
ahora no tengo excusas para no explotar.

Soy el decreto de la verdad
y arrancaré las piedras que me pongas en el medio.

Nadie más volverá a callar.
Me atravieso en la puerta,
de aquí no te vas sin antes escuchar.

Escuchando “Hablar por hablar” Luis Ramiro

Comentarios

  1. ¡Excelente poesía! Espero tu visita en mi blog, ¡gracias!

    ResponderEliminar
  2. Hermoso, con decisión y un mensaje claro. me ha fascinado la fuerza de este poema.Mil besos!!

    ResponderEliminar
  3. Nos ha gustado tu blog, nos gustaria que dieras de alta tu web en nuestro directorio de blogs www.directorioguia.es ; Saludos

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

¡Gracias por pasar, comentar y sugerir!

Entradas populares de este blog

Mereces ser amada

Mereces ser amada no tienes que hacer nada. Sonríe, sueña, vive,  llora, calla, vive,  grita, suelta, vuela, vive.  Nada. No tienes que hacer nada.  Baila, como bailan las notas de la guitarra,  del piano, del chelo, del arpa.  Camina, corre, sin pausa, sin prisa,  sin ganas, con ganas,  con esperanza, desesperanzada.  Pero que sepas que no tienes que hacer nada. Mereces ser amada,  como se aman las almas,  los duendes, las hadas,  la realidad y la fantasía.  Como se aman las flores, los ríos,  los bosques y las sorpresas.  La sorpresa de ser tú misma,  la que brilla con luz propia,  con alegría, con tristeza,  con rabia, con asco,  con miedo,  con luz y oscuridad.  Eres dueña de tu vida,  no tienes que hacer nada  para merecer ser amada.  Abre los ojos, mírate,  eres tan valiosa  que nadie te haga creer que eres una farsa.  Eres real, eres a...

Corazón oscuro

Una parte de mi corazón  se acaba de apagar, quizás siempre lo estuvo y me acabo de percatar. Es extraña la sensación, estoy en observación, por una parte, quiero llorar, por otra, quiero celebrar. Una parte de mi corazón  se acaba de apagar, y no sé cómo reaccionar, quizás no tenga que hacer nada  y descansar, simplemente sentir el dolor o quizás la abrace para volverla a iluminar. La miro con desconcierto, con estupor, casi desprecio siento en mi interior. ¿Por qué se apaga? Si yo sentía amor.

No estás sola

No estás sola, a mí, a veces, también me pasa, esa sensación de flotar en el aire y no tener alas, de creer que la vida se me escapa mientras despliego mi mapa buscando el camino de mi alma. No estás sola,  a mí, a veces, también me pasa, que se me corta el aliento, que el corazón se me para, que la vida pasa, mientras yo miro como si fuese de otro planeta. No estás sola, a mí, a veces, también me pasa, me pasa que no quiero, no puedo, no entiendo, ¡que ya basta! y debajo de esa nube que distraída empapa yo encuentro alivio, esperanza... No estás sola,  a mí, a veces, también me pasa, me pasa que no encuentro motivo, sentido ni razón para seguir en casa, me cansan las presencias, las ausencias, las verdades, las mentiras, me agobian las preguntas, las respuestas, el ruido, el silencio, la humedad y el tiempo... no tengo ganas de seguir tejiendo... No estás sola, a mí, a veces, también me pasa, que me comen los miedos, que me imponen los juegos, que me angustian los...