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Por favor, háblame

Mírame a los ojos y dímelo, si ya no me quieres dímelo.
Me aferro a este sentimiento inútil
palpando los latidos de un corazón que se muere
de a poco por ese silencio incomprensible.

¿Pretendes que interprete?
Estoy demasiado lejos para saberlo,
para entender los detalles.

Mírame a los ojos y dímelo, si ya no me quieres dímelo.
Me duele este castigo que humilla mi corazón,
no puedo pedirte perdón pues no sé que he hecho mal,
si tan solo me dijeras que pasó , en qué me equivoqué.
¿Por qué, por qué ya no me hablas?

Mírame a los ojos y dímelo, si ya no me quieres dímelo.
Lloran mis manos sobre el teclado,
se resbalan las esperanzas porque no tienen de que sostenerse.
Se me apaga la voz, se me cierran los ojos, ya no quiero volver a ver.
Este mundo sin ti es demasiado triste,
estar conmigo es insoportable, sólo escucho el eco de tus canciones.

Mírame a los ojos y dímelo, si ya no me quieres dímelo.
Rómpeme de una vez pero no me arranques partes,
no me hagas suplicarte, seguirte por estas piedras negras
de adoquines puntiagudos y afilados
que me cortan los pies y dejan mi sangre correr.
¿No te das cuenta de que me importas?
¿Qué sufro si no te siento?

Mírame a los ojos y dímelo, si ya no me quieres dímelo.
Destrózame con sinceridad pero no con indiferencia,
no me dejes sin comprender las razones de este desprecio.
¿Tiene sentido seguir preguntándotelo?
Ya no sé ni por qué lo hago, empiezo a creer que es masoquismo.
Sonrío porque no puedo aceptar eso.

No puedo pretender que me hayas olvidado,
que nunca me hayas apreciado.
¿Dónde está el valor que decías que yo tenía para ti?
Que no me quieras ahora
no significa que nunca me quisieras, ¿verdad?
¿Alguna vez fue cierto tu amor?
Por favor, no me dejes morir creyendo lo peor.

Mírame a los ojos y dímelo, si ya no me quieres dímelo.
Suena el reloj, es tarde. Se repiten tantas campanadas
como los últimos latidos que me quedan.

Y suenan y sonarán hasta que callen
y yo ya no pueda escucharlas.

Puedes escucharlo aqui

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