Amor de cortesía,
de cartas y de versos,
de canciones colgadas
en la utopía de la ficción recreada.
Amor de mentira,
de ensueños y apatías.
Amor de soledad
que se regodea de pasión enardecida
en las esquinas de mi vida.
Amor de poesía,
de señales y clorofilas,
de letras clavadas en el alma,
de recuerdos de páginas amarillas.
Amor que no termina,
que se envuelve en sí mismo
y huye hacia el espejo,
hacia esa dimensión que lo mima.
Amor de palabras requeridas,
amor de amantes que se animan.
Amor de conciertos y de rimas,
amor de poetas que caminan.
Amor de fantasía,
de coches que desaceleran en la autovía,
de animales sueltos y de flores chiquitas.
Amor de deseos que gritan,
que lloran y llaman.
Amor anónimo,
sin nombre ni protagonistas.
Amor de amantes que se animan.
Amor de palabras requeridas
que suspiran cuando oyen olas.
Amor que crepita,
que se hace ceniza.
Amor de tiempos inmemoriales que solicita,
que interrumpe y que incita.
Amor divino y terrenal
que se instala en los cuerpos
y se desnuda en los espíritus.
Cuantas cosas es, pero sigue siendo el amor, de las formas que sea manifestado pero es el amor, cariños, poeta, un placer leerte.
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