Tal vez el tiempo apremia y ya debemos apremiar al tiempo.
Él que nunca se detiene y se encuentra con nosotr@s
cuando nosotr@s dejamos de mirarlo, pero él sigue andando.
Tal vez el tiempo apremia y ya debemos apremiar al tiempo.
Mi reloj se detuvo hace veinticuatro segundos, pero ha pasado un día.
La equivocación no está en la estimación sino en la sensación.
Me abrigo del calor y me expongo al frío.
Antes yo vivía en una cabaña, ahora piso cemento.
Tal vez el tiempo apremia y ya debemos apremiar al tiempo.
De la mano de una poesía inocente se acuerda de ti mi alma,
ella que te ve valiente a las orillas de un río.
Comentarios
Publicar un comentario
¡Gracias por pasar, comentar y sugerir!