Inocentes animales,
seriados, fotografiados
y confiados
que se dejan llevar por un amo
hacia un fin determinado.
Borregos del mundo,
personas sin ideas propias,
manipuladas, conducidas,
introducidas por un líder
en el juego de poder.
Borregos...
¡Cuántos borregos!
Lavados sus cerebros,
demasiado fieles a sus instituciones,
creyentes en las personas que las forman.
Borregos...
¡Cuántos borregos!
Sin visión ni razones,
sin ideales...
Borregos lamentables
que solo aumentan el hambre
mientras se les da de comer.
Borregos...
¡Cuántos borregos!
Creados para seguir,
para instruir,
para confundir.
¿Quién nota la diferencia
entre mayoría y multitud?
Hace falta más de una virtud
para saber contar cabezas.
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