¿Qué más da?
Volver a empezar
si sabemos que todo va a acabar
en el primer suspiro que darás
después de esta última palabra.
¿Qué más da?
Sonreírle a la mañana
y componer canciones de madrugada
si sabemos desde la primera nota
que nadie querrá escucharla.
¿Qué más da?
Caminar despacio o correr
trabajar o vagar
comprar o robar
vender o regalar
si al final todo es igual.
¿Qué más da?
La libertad, el amor, la amistad
si se lo llevará el viento
huracanado de otra necesidad.
¿Qué más da?
Morir de pie o sentado,
libre o encadenado,
feliz o amargado
satisfecho o hambriento
en paz o en guerra.
¿Qué más da?
Me da a mi,
me da que quiero elegir,
que no me voy a dejar morir
aunque me vengan a matar,
que prefiero amar y sufrir
que herir a alguien amado
que aunque me digan que no
seguiré intentando
que durante la noche hay estrellas
y quiero salir a verlas
y también las que nacen cada día
en alguna esquina desierta.
Me da a mí
donde a nadie le duele
donde parece que nadie siente
donde todo es un fastidio
donde el descanso no alcanza
donde llaman a la puerta
y nadie contesta
donde los altavoces se imponen
donde gritan los vivos
donde lloramos nuestros muertos.
Me da a mí
porque también puedes elegir
donde empezar y como acabar
porque las cosas no son como parecen
pero las puedes hacer aparecer.
Me da a mí
que no nos dé todo igual.
Mañana toca volver a empezar
¿Qué vas a hacer?
Me ha inquietado mucho la primera parte del poema.
ResponderEliminarPor suerte he llegado hasta el final y he descubierto que no todo te da igual.
Muy interesante el enfoque.
Yo pienso que merece la pena intentar mejorarlo todo.
Un saludo.