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Sede

Llaman del destino, cuelgan la voz
alguien dice que no hay historia
otro que habrá algo que contar.

Llegan del silencio vidas,
trozos de inocencia herida
capullos de flor torcidos
acaparados por el arma ira.

Lamentan y lloran sus muertos las familias,
el secuestro de su libertad,
la pena no tiene sentido
si no entendemos toda la verdad.

El ciclo no termina, el odio continúa
lúgubre castigo a quien nos dio salida,
una oportunidad, una puerta prometida.

No conozco tu bienestar ni el mío,
me duele tu soledad,
sigo escribiendo letras
mientras alguien te irá a buscar.
¿Para bien o para mal?

Todo tiene explicación,
nada tiene sentido,
falta información
y la pregunta por el auténtico motivo.

Hay voluntad, no hay claridad,
se me confunden las miradas
¿A quién hay que rescatar?
¿Cómo saldremos de esta ciudad?


Llaman del destino, cuelgan la voz
alguien dice que no hay historia
otro que habrá algo que contar.

Lo cierto es que algo  pasa pero debe suceder,
desde la sede se decide, actuar será de los demás,
yo tengo en las manos sangre humana
que no sé a quién pertenece pero que habrá que curar.

Habrá que curar...


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