Ir al contenido principal

Sirena

Despierta el sol sobre mis pies,
coge mis manos alguna vez
llevándome a correr...

Diosa naturaleza que me mima,
mientras la sirena observa triste el río.

Sirena,
la quiero llevar a esa ribera
para no verla llorar
cada vez que anochece
y se le oscurece la mirada.

Anhela ser pez,
yo quiero verla nadar.

Despierta el sol en mis pies,
afortunada soy
pero sus ojos cristalinos
no me dan paz.

La quiero llevar a esa ribera,
pero...¿Se querrá marchar?
¿Por qué no se ha ido ya?

Comentarios

Entradas populares de este blog

Mi vicio eres tú

Amarte es mi vicio. Besarte es mi vicio. Mirarte es mi vicio. Abrazarte es mi vicio. Soñarte es mi vicio. Acompañarte es mi vicio. Escucharte es mi vicio. Cantarte es mi vicio. Leerte es mi vicio. Seducirte es mi vicio. Desearte es mi vicio. Acariciarte es mi vicio. Amarte es mi vicio. Mi vicio eres tú. Escuchando “I got you” Leona Lewis

Vengo de fuera

Desde que llegué me lo han preguntado: con palabras, con gestos, con silencios, con indiferencia, con interés, con curiosidad. ¿De dónde vienes? Y muchas veces tengo ganas de responder así. Vengo de lejos, de una tierra que quizás no conoces, de una tierra a veces demasiado fértil y más vieja de lo que imaginas. Vengo de una tierra generosa y maltratada, enjuiciada por sus propias gentes y por aquellos que se creen sus dueños. Una tierra acusada de sequías y guerras, separada del mundo real, de lo habitual que puedes tocar o incluso entender. Vengo de una tierra grande, verde y azul, de una tierra amarilla ocupada en forma de desierto, de un lugar en el tiempo abandonado al olvido salvo para aquellos que se interesan por sus recursos. Vengo de una tierra fotografiada, visitada y consumida, materia prima de ironías. Vengo de lejos, de una tierra que no es fácil de explorar porque intenta hacerse respetar. En el imaginario de la tierra prometida de oportunidades y soluciones mi lle...

No quiero despertarme

Te miro mientras duermes y disimulo sonidos. Sé que sabes lo que hago, pero es divertido, es nuestro juego matutino. Sonrío mientras te veo soñando, en algún momento tus párpados cambian de ritmo y sé que me he delatado. Sigues un rato con los ojos cerrados como pidiéndome que te despierte con besos enamorados, de esos suaves y dulces que nos dejan embelesados con ganas de más. No quiero despertarme antes, sé que también tienes tu ritual. Pasas tus dedos por mi cara a tan corta distancia que crees que no las siento, pero es imposible escapar a tu calor y tampoco lo intento. Entre amaneceres, abrazos, caricias, mimos, silencios… Entre ronquidos y labios secos que piden refresco del bueno. Entre vueltas derechas y de revés…Entre arribas y abajos. ¿Qué puedo decir? No quiero despertar, me gusta imaginar que estás dormido cuando en realidad jugamos al amor con todos los sentidos.