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Me duele cuando no te veo en mi retrovisor

Extraño tu silueta, tu color,
las ondas de tu andar,
el perfume de tu voz
al pedirme que aparque
para quedarme a tu lado para siempre,
sin palabras, con la más dulce mirada
que un alma puede esperar. 

Extraño tus ojos, el sabor de tu boca,
el valor de tus manos,
el sentido de las voces
reinventadas en el silencio de la noche.

Extraño sentirme yo mismo,
sin decoraciones ni disfraces,
sin metáforas ni historias precoces...

Me duele cuando no te veo en mi retrovisor,
no te encuentro entre mis recuerdos
y me siento perdido. 

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