Esas miradas puras
que te encuentras por las sendas
elegidas, por las sendas decididas
a descubrir tu auténtico ser.
Esas miradas puras
que se reflejan en el gesto,
en la voz, en la sonrisa...
Esas miradas puras,
inocentes, valientes, maduras,
que el viento ha dibujado,
ha transformado al paso
de las tormentas más duras...
Esas miradas puras,
esas que echaba de menos,
esas que llevan el verso escrito...
Esas, sin esperarlo te las encuentras
y las cosas vuelven a su sitio.
Gracias por venir y conocernos, Felipe.
Gracias a ti por recibirme con los brazos abiertos. Siempre es un gusto.
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