Mereces ser amada no tienes que hacer nada. Sonríe, sueña, vive, llora, calla, vive, grita, suelta, vuela, vive. Nada. No tienes que hacer nada. Baila, como bailan las notas de la guitarra, del piano, del chelo, del arpa. Camina, corre, sin pausa, sin prisa, sin ganas, con ganas, con esperanza, desesperanzada. Pero que sepas que no tienes que hacer nada. Mereces ser amada, como se aman las almas, los duendes, las hadas, la realidad y la fantasía. Como se aman las flores, los ríos, los bosques y las sorpresas. La sorpresa de ser tú misma, la que brilla con luz propia, con alegría, con tristeza, con rabia, con asco, con miedo, con luz y oscuridad. Eres dueña de tu vida, no tienes que hacer nada para merecer ser amada. Abre los ojos, mírate, eres tan valiosa que nadie te haga creer que eres una farsa. Eres real, eres a...
Me rompo A ratos me rompo, me quiebro me pregunto si es cierto o solo es una sensación que llevo dentro. Siento como puñaladas, punzadas agudas y profundas que transforman la piel en la más grande amenaza. Lloro con los pensamientos porque mis lágrimas huyen, buscan ocultar el sufrimiento, escapan ocultándose con ramas, pero mi rostro me delata, mi sonrisa ausente me traiciona. A veces, el dolor es tan inmenso que me rompe también los ojos, como una presa que se desborda e inunda el campo. A ratos me rompo, me quiebro me pregunto si es cierto, porque es tan real en el espejo, tan presente el miedo...