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Mereces ser amada

Mereces ser amada no tienes que hacer nada. Sonríe, sueña, vive,  llora, calla, vive,  grita, suelta, vuela, vive.  Nada. No tienes que hacer nada.  Baila, como bailan las notas de la guitarra,  del piano, del chelo, del arpa.  Camina, corre, sin pausa, sin prisa,  sin ganas, con ganas,  con esperanza, desesperanzada.  Pero que sepas que no tienes que hacer nada. Mereces ser amada,  como se aman las almas,  los duendes, las hadas,  la realidad y la fantasía.  Como se aman las flores, los ríos,  los bosques y las sorpresas.  La sorpresa de ser tú misma,  la que brilla con luz propia,  con alegría, con tristeza,  con rabia, con asco,  con miedo,  con luz y oscuridad.  Eres dueña de tu vida,  no tienes que hacer nada  para merecer ser amada.  Abre los ojos, mírate,  eres tan valiosa  que nadie te haga creer que eres una farsa.  Eres real, eres a...
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Me rompo

Me rompo A ratos me rompo, me quiebro me pregunto si es cierto o solo es una sensación que llevo dentro. Siento como puñaladas, punzadas agudas y profundas que transforman la piel  en la más grande amenaza. Lloro con los pensamientos  porque mis lágrimas huyen, buscan ocultar el sufrimiento,  escapan ocultándose con ramas,  pero mi rostro me delata,  mi sonrisa ausente me traiciona. A veces,  el dolor es tan inmenso  que me rompe también los ojos, como una presa que se desborda e inunda el campo. A ratos me rompo, me quiebro me pregunto si es cierto, porque es tan real en el espejo, tan presente el miedo...

Desde mi ventana

Desde mi ventana los árboles me hablan. Algunos calvos, otros repeinados, caducos o frondosos, desnudos o vestidos, solos o acompañados... Todos con nidos, con vida entre sus ramas, o con habitantes imperceptibles al ojo humano. Todos son hogares... Bailan con la brisa, con el viento, abrazan la tierra y se bañan con la lluvia. Los árboles me hablan desde mi ventana. Veo una paloma en lo alto de un pino, se acicala, se acomoda y descansa. Mientras el sol acaricia sus alas, sus plumas brillan y ella me mira. El árbol se ha movido bajo sus patas, los metros la alejan del suelo y ella sigue en calma.

Poema al Té

Me gusta el calorcito del té,  esa sensación de acogimiento,  de vientre materno,  que es el mío, de donde vengo.  Me gusta coger la taza y calentar mis manos, mientras, respiro el vapor y el aroma blanco, ese que me hace cerrar los ojos y transportarme al campo. Me gusta el silencio interior de ese momento, ese, ese, cuando la lengua degusta y calla... Calla, porque siente, vive y sueña.

"Salir de mí" para encontrarme

Querido, querida, En 2018 me acompañaste en la presentación de mi libro "Quiero decir y te quiero recitar" o durante estos años me apoyaste en esta locura con la compra de mi libro. Gracias, siempre por ello. Ya se me habían acabado los ejemplares en papel y varias personas lo querían así que....  ¡¡¡Aquí está de nuevo!!! Esta vez bajo demanda en Amazon , es la forma sostenible que encontré de hacerlo. Te regalo uno de esos poemas que cojo al azar y que están siempre acertados a como me siento, ¿a ti también te pasa cuando abres un libro? Gracias por apoyarme siempre  y compartirlo. Un abrazo fuerte 🤗 https://youtube.com/shorts/hbsiTX4-R-M?si=442jJid-yTjE4UiS

A veces, en el cielo

A veces, en el cielo, hay nubes de algodón, suaves, dulces, agradables y dan ganas de saltar hasta allí a reconfortarse. A veces, en el cielo, no hay nubes, todo es azul profundo, cálido, amable, y dan ganas de quedarse aquí a solearse.  A veces, en el cielo, hay estrellas, lucecitas blancas, inspiradoras, creativas y dan ganas de cerrar los ojos y verlas por dentro. A veces, en el cielo, no hay cielo,  hay alguien que nos espera, que quisimos mucho, que echamos de menos y dan ganas de no hacer nada.

Me siento llena de amor

Calor en el corazón, lágrimas de emoción, sonrisa en la boca dibujada con amor. Abrazo profundo, fuerte, tierno, cargado de recuerdo, cargado de buena intención. Complicidad, juego y diversión, travesuras de niñas mujeres adultas que comparten una canción. Un subidón de energía, de alegría, de orgullo y valor, compartir un chocolate caliente ☕, una comida y una vela 🕯️ pinchada en una manzana para celebrar la ocasión. Compartir con calma, sin prisa, con ganas, risas, degustar el metro, mientras viajo, agradezco tanto y tanto que me llevo. Gracias a mis Imprescindibles por su cariño y acogimiento.